Neomythology ¡Actualizado cada 2-3 días! :D

Interesante. Bonita conclusión para el capítulo. ¿Vas a seguir con esto, Hitlands? Porque me dejó intriga el final .

Acaba de terminar el capítulo 5. Mi idea es hacerlo hasta el capítulo 7 Incluído como mínimo. (que és donde acaba la 1ra parte).
Pero ese es el mínimo.
Si me leéis 3, me esforzaré para llegar al capitulo 14 (final 2da parte). Y si alguien se muriese de ganas, regalaría 1 capitulo de la 3ra parte. En otras palabras.. Tranquilo, solo llevo 1/3 de lo que tengo planeado subir ^-^

Relato de Kyros. Capítulo VI: ¿Hacia el reino enano o hacia la desesperación?

Habíamos pasado ya dos montes mientras nuestros caballos surcaban esos prados nuevamente verdes y a veces algo nevados. El Pueblo del Rosco ahora no era más que un pueblo de recuerdos de una batalla.
Nubo aún estaba un poco pensativo. Siguiéndonos pero soñando despierto y no hacia falta conocerle mucho para saber en que pensaba. En su mujer o en su hijo, o en Semawtwn.
A juzgar por la cara de preocupación en su mujer.
-Escuchad-Dijo. Hay ciertos rumores de que por la frontera hay otro campamento pero varias veces mayor al que hemos visto, mejor asentado con mucha más gente, dicen que es un ejército.

-¿Un ejército?-Dijo Líbian extrañado- ¿Qué haría un ejercito entre la frontera humana y la enana?
-Hace treinta años ayudasteis a los enanos contra los goblins en el sur. Pero por los desastres surgió una división política.
-Si, estoy al tanto de ello-Dijo Líbian.-Una parte del reino enano quería preocuparse solo de ella mientras que otra, la mayoría, quería hacer las cosas lo mejor para todos.
-Eso es. Recientemente han surgido más problemas. Como bien sabes las fronteras del norte de los enanos con los goblins siempre han dado problemas y ahora los goblins están presionando más.

-Mucho más me temo-Dijo Hélebrin que se unía a la conversación.- Ni siquiera pudimos hablar con ellos porque los goblins habían ganado demasiado territorio y no podíamos acceder a territorio enano.

-Exacto, pues el grupo político enano que quería cuidar más de si mismos que de todos, cree que toda esta situación es culpa de los enanos que en su momento fueron blandos y cedieron territorio a los goblins para que hubiese paz.
Por ello, se han exiliado más al sur proclamándose independientes  con casi un tercio de la población de la ciudad enana. Y con ello han construido un basto campamento desde hace varios años.

-¡Ah! Si, el campamento ese. Bueno, no hemos hablado con ellos desde que aclaramos que íbamos a ser neutrales. Pero eran un pueblo bastante normal.-Dijo  Líbian convencido antes de que Nubo le demostraría que estaba equivocado.


-Eran. Yxzart el rebelde enano con más poder militar consiguió despertar lo peor de muchos enanos y arrastrar al resto por miedo. Hicieron un trato con los goblins que tanto odian. Los rebeldes enanos se quedarían con la mitad de la ciudad enana, los pisos del sur. Y los goblins con los pisos del norte. Y luego los rebeldes de Yxzart si ganaban ese territorio intentarían quedarse con el resto del territorio enano. No llegaban a un tercio pero a sus fuerzas se han sumado bandidos, fugitivos humanos y enanos de la frontera. El numero es posible que llegue al tercio de la ciudad enana, si lo sumamos con lo de los goblins habrán serios problemas más ahora que han perdido un tercio de su fuerza.

-¡Aah! ¡Yxzart! Ese papanatas sin futuro que dijo el dialogo de “¡No luchéis! ¡Si venís conmigo tendréis poder y el verdadero poder que los enanos merecemos! ¡Más que una mera ciudad y montañas! …¿Qué si no luchábamos perderíamos una ciudad? ¡Tenemos todo el mundo por conquistar!” Decía. Una fanfarronada muy grande. Pero los enanos son tozudos fuertes y honorables…aunque estos últimos renegados, más ambiciosos y salvajes que honorables creo yo. Mira que hacer un pacto con los goblins. Creo que han perdido inteligencia también. Claro que mejor eso que ceder territorio gratuitamente como hicieron hace tiempo…Demasiado buenos o demasiado tontos, no lo sé.

-Creí que era apropiado que estuvierais al tanto de las últimas noticias…
-Creo que ya veo por donde van los tiros de lo que pasa. Se avecinan problemas. –Dijo Gálem.

-¿Sábes?-Le dije yo a Nubo.-Al principio pensaba que no parabas de pensar en tu mujer. Pero veo que estás en todo.
-Pues…en eso pensaba, esto ha sido espontáneo. Justo después de pensar de deciros que quizá debería volver al pueblo. Pero lo del segador no debe quedar en tablas. Cada vez veo las cosas desde una perspectiva más amplia.
-Nubo-Gálem volvió al tema.-¿No hay manera de hacerles razonar para que nos dejen pasar?
-El problema es que después de que Hitlands y el Imperio enano se aliaran para eliminar a los goblins del sur y que casi un tercio de la población enana no hiciese nada, los rebeldes  intentaron hacer el golpe dentro de la ciudad enana. Pero el Rey del Imperio enano, estaba al tanto de la situación y rodeó y expulsó a todos los miembros que se encontraban a la ciudad.  De esto hace veinte años.
En otras palabras Yxzart ya intentó una vez un ataque pero le salió mal. Él dice que se exilió pero le exiliaron. Será muy difícil convencerle. Comenzaron a ser un ejército recientemente.
-¡Qué se pudran esos palurdos!-Dijo Jûhrm.
-No solo esos “palurdos” como he dicho muchos humanos expulsados de Hitlands por delitos o de territorios vecinos han unido fuerzas a los rebeldes enanos para tener un hogar propio “legal”.
De hecho, algunos pueblos cercanos han ido sucumbiendo  solo con palabras o pillaje o daga en cuello. Es un ejército revolucionario enorme. Es difícil negarse. Si siguen unidos es porque son muchísimos. Si te soy sincero creo que algunos bandidos que atacaron el pueblo del rosco eran de Yxzart.

-No creas que todos mis ciudadanos que no han vuelto por la ciudad de plata por voluntad después de su pena se han quedado con esos. Existe una pequeña leyenda de que un hombre expulsado de la ciudad de plata con una espada del grosor de una  aguja acabó con unos bandidos en una reyerta que intentaban asaltar un pueblo cercano al que vamos. Que con su magia quemaba a los adversarios y les hacía pedacitos. Allí por donde pasaba había siempre alguien ajusticiado.
Y le eché de Hitlands tres meses. Era un chico joven medio noble un imperial expulsado venido aquí de una casa pequeña por el imperio. Igual que nosotros. No obstante asesinó a alguien que hasta ese día no había hecho nada grave. Siempre se metía en problemas, había dado alguna paliza a alguien. Era bastante escoria pero tampoco merecía la muerte. Se dice que ese buscón se mofó de la clase del medio-noble, meándose en el escudo de la casa después de que reiteradamente se le insistiera dejar el asunto. El buscón retó al futuro forajido en un duelo que era legal en la antigua casa de ese medio noble. Pero no aquí. Y perdió con la aguja clavada al corazón.

-Si cambias la espada fina como una aguja por una de dos centímetros de grosor, y la magia por pólvora y mi buen trabuco, la historia es la mía.

Líbian miró a los ojos a Nubo.
-Lo sé.-Dijo.
-Después de liberar ese pueblo del polvorón de los pocos bandidos que seguramente ahora serán una facción anexa a Yxzart, me fui al pueblo del rosco donde ya había conocido a Ina y tuve mi hijo.
De eso hace ya…dejé mi tierra a los dieciocho, tuve el hijo con Ina a los veintitrés tengo treinta y siete años.
-No existe el pueblo del polvorón-Dijo Urane riendo.
-Se lo pusimos los campesinos que me siguieron y yo por la forma.
-¡Pero si no tiene forma Nubo!-Dije recordando el pueblo fronterizo.
-Por eso mismo, los polvorones artesanales no tienen forma definida.-Nubo sonrió por primera vez desde que salimos del pueblo del rosco.

La marcha se iba haciendo apacible junto al grupo y más ahora que íbamos a caballo. Nubo ya había sido aceptado be buena gana. Mientras, nuestro destino estaba más cerca.
Fuimos conociéndonos todavía más entre nosotros. Cada uno tenía algo peculiar.
Líbian y Hélebrin por ser Reyes Sirial y Jostian príncipes y yo por ser el primer humano conocido de ser apadrinado por un Rey. Jûhrm, Bästisnäll e Ybskhäar eran parientes todos de una antigua familia anterior a la creación de Hitlands. Ladsia es huérfana desde los cuatro años y criada por Gálem. Urane es sobrina de Gálem, su alumna y bastante mimada. Nubo tiene su leyenda y viene de una pequeña nobleza imperial, Djafvik… bueno, que te voy a decir que no sepas. Un granjero mago y finalmente Moseph, que es del reino de los Dedes e hijo menor de su actual rey.

Acampábamos de noche y dormíamos hasta que salía la primera luz del sol. Le tocó a Nubo hacer de guardia el primer día aunque no había dormido. Estaba ansioso por ver si el segador volvía.

Los días iban pasando.

. Yo me hacía más amigo de Ladsia, Sirial de Jostian, Hélebrin empezaba a ser un buen compañero de Líbian. Ybskhäar Jûhrm y Djafvik se hicieron bastante cercanos…Además Ybskhäar estaba en cada reposo jugando con Buk y Sark, los dos lobos de Djafvik. Uráne, Sirial y Ladsia al ser las tres chicas del grupo también congeniaron. Sirial era bastante agradable y Uráne y Ladsia eran como primas así que era cuestión de tiempo que se juntasen.

Nubo y Gálem, ambos imperiales de origen compartían charlas e ideas políticas. Jostian y yo siempre estábamos hablando cuando Ladsia y Sirial estaban con Urane.
Moseph o estaba con Gálem y Nubo o con Ybskhäar. Cuando no, solía gastarle bromas a Urane. Bästisnäll solía ser el que más iba cambiando de compañía. Aunque a todos nos apetecía de vez en cuando simplemente andar y distraernos con los paisajes.
La verdad es que nadie sobraba en el grupo.

Cinco minutos antes de dormir, siempre debatíamos acompañados por el fuego de hoguera,  que ruta sería la más adecuada para tomar. No es que no conociéramos la zona, pero Líbian, Nubo e Ybskhäar nos las dejaban elegir explicando pros y contras. Aunque todos eligiéramos la misma nos lo explicarían.
El problema solían ser los caballos, los pasos que elegiríamos etcétera.
Cuando el camino era evidente, la cena era algo apacible y charlábamos entre todos, aunque algunos más que otros. Ladsia, Hélebrin e Ybskhäar eran los que menos hablaban aunque siempre estaban ahí para aportar algo mientras que Líbian, Moseph, Djafvik y Bästisnäll eran los que más temas tenían.

Algunos días intentábamos que nos acogiera algún pueblo alguna noche y amablemente nos dejaban alojamiento, camas y comida decente.

Y así, día tras día. Creo que pasó algo más de una semana hasta que llegamos al pueblo deseado desde que salimos de la ciudad de plata. Aunque al llegar al pueblo, nos dimos cuenta de que no era el deseado…a la práctica.

El pueblo fronterizo parecía muerto, sin guardias, sin gente en las calles ni niños correteando. Era un pueblo muy apartado de los demás… Eso si, las infraestructuras estaban en plenas condiciones, como si los ciudadanos hubieran emigrado.

-Esto podría ser peligroso-Murmuró Jostian.
-¿No sé si sería buena idea gritar si hay alguien para ver si nos dicen que ha pasado?-Preguntó Jûhrm
-Contraproducente, diría yo.-Contestó Gálem. Aunque Jûhrm quizá no sabía el significado de esa palabra quizá si entendió que no era buena idea.
-Vaya, vaya. Pues parece que hasta aquí ha llegado el reclutamiento de la revolución.
-¿Crees que es eso Nubo?-Preguntó Gálem.
-Sí. Fíjate que todo lo que hay son cosas de poca utilidad y pesadas para llevar. Se habrán quedado con todo lo útil y lo tendrán en el campamento todo junto al pueblo. Así no hay tanta necesidad de escaparse.
-Tal vez encontremos aquí algún que otro guardia leal de esos enanos, así que mejor irnos de aquí y dar un rodeo. No creo que sea muy buena idea cruzar su fortaleza. Seguro que nos traería problemas. Y más si descubren nuestra identidad.-Dije.-¿Hay algún aliado de ese campamento que puedan avisar si nos avistan en este pueblo?
-No que yo sepa. La facción de Yxzart se centra exclusivamente en su fortaleza de madera por ahora. Seguro que entiendes porque no tienen aliados. Al norte, la capital enana. Al sur, más territorio enano. Al este, más imperio enano. Al oeste, Hitlands.

-Por ahora no hemos visto a nadie pero no me quiero arriesgar.-Dijo Líbian.
-Yo tampoco veo nadie-Añadió Sirial que tenía mejor visión que todos los humanos del grupo.
-Bien pues, salgamos por donde hemos venido. Definitivamente, daremos un rodeo y llegaremos a la ciudad de los enanos, no mucho más tarde dado a nuestros nuevos bonitos caballos.-Al decir eso Líbian dio unas palmaditas a su caballo.
-Compañeros, a partir de ahora será más complicado, hay que ser discretos y pasar desapercibidos-Dijo Ybskhäar.-Vamos.

Volvimos como planeamos. La entrada no tenia puertas, en ese tema tuvimos suerte. A unos doscientos metros había un pequeño bosque que nos podía ser de útil refugio para meditar como orientar nuestro siguiente paso.
Líbian nos llevó allí. Una vez bien adentrados, se bajó del caballo estiró un poco las piernas y luego se sentó. Parecía un sitio seguro. Ni Moseph ni los dos elfos pudieron ver personas.

-Mirad, hay dos opciones y ya sabéis cuales son.
O caballos o sin caballos.

Hitlands Silver Sword me quito el sombrero

Anda, anda, si éste es el capitulo más aburrido de la 1ra parte x)
Aunque pronto se ira poniendo interesante. Entre la siguiente publicación y la de dentro de 3 días
Pero gracias.

Sigues escribiendo y eso se valora

Mientras me lean unas pocas personas, eso valoro yo xD

Muy bueno, como de costumbre .

Si vamos con caballos hay que ir rápido y no podemos ir por bosques aunque seremos un blanco fácil para ojos ajenos. Sin caballos, más lento pero más seguro quizá, así como menos ruido.

-Esto me recuerda a cuando votasteis si venia o no.
-No Djafvik, mi intención no es de hacerlo mediante votación. Mi intención es recibir una respuesta lógica y razonable.

Nos quedamos un rato pensativos.
-¿Cuánto rato hay de aquí a la ciudad enana?-Pregunté.
-Un día a caballo- Dijo Gálem. -Si no dormimos ni una sola hora.
-¿Qué distancia hay de la ciudad enana al campamento rebelde?
-La desconozco-Dijo Nubo.-Aunque, menos de dos horas a paso ligero seguro.

-Líbian-dijo Ybskhäar ahora que tenía más información.-¿Qué te parece avanzar solo las horas nocturnas con los caballos y luego asentarnos en algún bosque a pasar el día allí? En caso de que hubiese alguien, tomar caballos y galopar el día entero hasta la ciudad enana. Si vemos el campamento, damos un rodeo y si hace falta dejamos los caballos y seguimos a pie por el bosque.
-Es una idea peligrosa pero…tampoco hay bosque entero para hacer todo el camino a pata y esta idea es mejor que ir todo el rato a caballo…¿No os parece?

Algunos asintieron y dijeron que si, otros suspiraron…
-Venga, que es una misión, algo de riesgo tiene que tener. Encima es el único que ha dado ideas.-Dijo Jostian.. Está atardeciendo, lo mejor será dormir aquí y ahora.

Jostian tenía razón. Descansaríamos ahora y luego seguiríamos. Esta vez no hicimos hogueras. Nos sentamos cada uno acurrucado a su árbol.
El pobre que hiciera guardia hoy, si había que correr todo el día, estaría exhausto en la llegada a la ciudad enana y seguro que dormiría directamente.
Urane ató su caballo a un árbol y se preparó para dormir.

-Hoy será mejor no hablar que hay poco tiempo para descansar, buenas noches.-Dijo Djafvik.
-Djafvik-Dijo Líbian.-Te toca hacer guardia.
-Espera Líbian, tengo una idea.-Dijo Ybs.
-¿Cuál es Ybskhäar?
-Que hagan guardia mis amigos caninos, ya llevaré yo a Buk en mis muslos sobre el caballo y Sark en el de Djafvik. Dormirán durante el viaje de noche. Así, en caso de que por el día no podamos dormir en el bosque, estarán fuertes para acompañarnos.
-Está bien…esos lobos son más inteligentes de lo que pienso me temo…además, son buenos vigilantes sean especiales o no. Si hay alguna pega Djafvik, dila ahora.
Djafvik se quedó mirando a Líbian con cara de tonto sonriendo ampliamente sin decir nada.
-Buenas noches Rey Líbian-Rió Moseph.
-Buenas noches a todos-Sonrió también el rey.-Menudo par…
Me tumbé y fue como hacer una siesta larga.


Esta vez no hicimos hogueras, nos sentamos cada uno acurrucado a su árbol.

Buk despertó a suaves golpecitos a Ybskhäar que nos fue despertando uno a uno, ya era oscuro.
-En marcha…-Susurró Ybskhäar.
Subimos a los caballos y seguimos a Líbian por fuera del bosque.
-Ésta vez no me has despertado tú Ladsia, aunque Jostian tampoco.
-Te han despertado a ti antes.-Me contestó mirando al frente con dándome un poco la espalda, fingiendo cierto enfado…o eso creo.
Entendí que quiso decirme, y la verdad es que no se me ocurrió despertarla. Me preocupé tontamente un poco.
-Pero ahora no te quedes en vela un día entero-continuó.
-Está bien, solo me despertaré si me lo pides tú.-Dije.
-Hum…-Su mirada se dirigió al Rey Líbian.(Aunque costó verlo un poco porque era de noche).
-O el Rey…-dije.
Luego Ladsia miró a Gálem y a Hélebrin.
-Mh… Me lo pensaré.-Proseguí a su silenciosa encuesta.
Luego miré a Urane y dije:-¿Me lo pienso también?
Y finalmente Ladsia giró su cuello y miró seriamente a Jostian. El peor despertador de todos.
-Vale, vale.-Te despierto yo te despierto yo.-Dije estresado.

Siguió con el mentón en alto mostrando que su orgullo mandaba, pero una sonrisa que se le deslizaba por sus pálidas y tiernas mejillas mientras esa pequeña luna blanca iluminaba esos ojos verdes y su pelo negro…todo su bonito rostro. Ella indignada enfado y yo absorto pensando en lo agradable que era mirarla. Dejé de hacerlo antes de que fuera demasiado evidente de que empezaba a sentir algo por ella que me llenaba por dentro.

El resto del día fue más silencioso. Pasaron horas y nadie parecía vernos. El prado, por suerte, era poco dificultoso para los caballos y la poquita luna que había podía guiar un poco a Líbian.
La verdad es que el plan iba como la seda. Cuando el cielo empezaba a hacerse un poco más amarillento, Líbian se apresuró a encontrar refugio y no encontró nada mejor que una apertura o cueva que encontró al final de la anterior región boscosa.
Era como una cueva, no muy profunda. Moseph e Ybskhäar se ocuparon de mirar que nada de ahí, ramitas por el suelo quemadas o cachitos de madera tallados fuesen recientes para evitar dar con un pequeño refugio de rebeldes.

-Estaremos aquí por el día…dormid todo lo que podáis.

Las primeras dos horas no hace falta que durmáis, pero intentadlo. Las siguientes si, cada dos horas turnaremos el vigilante.

Las primeras dos horas las aproveché para mirarme detenidamente la funda, las inscripciones de la espada de Líbian y este, su hacha. En la cueva sería más fácil dormir porque el sol no daría.

-Poco haré con un hacha tan bonita y equilibrada estando desafilada.-Comentó Líbian.

Líbian buscó una piedra afilada para dar filo también a su arma.
-Esto sería una tontería, podría dañar el filo.-Dijo Jostian.
-Mejor con muescas y afilada que nada iré con cuidado, ya lo he hecho con otras.

Entonces Jostian cogió un pedrusco redondo y lo dejó caer delante de Líbian.
-¿Qué pretendes hijo?
-Ahora verás. No has estado conmigo en campañas anteriores.
Jostian llamó a Djafvik y le pidió si podía convertir eso en un afilador de armas o algo similar.
-Supongo…aunque solo durante un breve tiempo, una hora o así. Aunque no puedo hacer de vos un magnifico herrero en dos segundos.
-No te preocupes-Dijo Líbian. -Jostian es el mejor herrero de ciudad de Plata, Bästis de la región del norte de Hitlands, solo faltaría aquí el del sur y te hacíamos una maravilla.
-Está controlado-Añadió Jostian con un guiño.

¡Puf! Jostian empezó a darle filo al arma y en menos de una hora ya era un hacha mortífera, capaz de partir un árbol solo lanzándola. Especialmente si la lanzaba Bästis…

Tomamos algo para comer y los últimos cuartos de hora, los pasamos reposando la comida e intentando descansar.


-Kyros, te toca hacer vigilancia el primero luego Ladsia ¿De acuerdo? Después Sirial y finalmente Jûhrm. Hasta que el cielo esté oscuro de nuevo.
-Si Líbian.
-Bien-Me dio una palmadita en la espalda y una amable sonrisa.
-Que descanses-le dije.
-Gracias.

Todos se acostaron en esa cueva incomoda.

Y el  reloj de arena iba haciendo su trabajo mejor que yo el mío que andaba algo distraído.
Salí un poco, me quedé en la entrada y miré las nubes, recordando cuando el cielo se oscurecía cuando nos encontrábamos al Segador, al maldito Semawtwn…
Tenía que esperar a que oscureciera. Bueno, teníamos. Con dos horas ya cumplía mi turno de guardia.
Vi unas setas al pie de un árbol y las cogí. Parecía que había muchas… Nos irían bien. Cogí la de los dos árboles cercanos y vi unas más grandes a lo lejos. “Ya está bien de hacer el insensato” me dije. Me centraré en mi tarea, podrían llamarme la atención solo por eso. Me tomé una que sabía que no era venenosa. Las demás habría que preguntarle a Líbian o Djafvik. Aunque seguro que varios del grupo también sabrían.
Volví a la cueva de la cual me alejé únicamente unos quince metros de la entrada. Senté el trasero en una roca y miré el reloj de arena. Justo ahora perdió el último granito. “Ya ha pasado una hora”. “A darle la vuelta al reloj”.
Los siguientes minutos los pasé haciendo un garabato en la pared silenciosamente con una piedra…Pero me di cuenta de que podría desvelar que estaría aquí así que antes de hacer más que cuatro garabatos lo taché de forma que lo disimulaba con el resto de pared que lo rodeaba. Dibujo terriblemente mal, si tuviera que hacer un concurso con Kubjuhr, el hermano de Jûhrm sobre quién hace peor algo, yo dibujar o él ser formal, saldría perdiendo yo. Y eso es grave.

Esta hora tampoco parecía que pasaba nada raro y poco a poco me fui centrando en el reloj y quedándome absorto pensando en como despertar a Ladsia.

Cuando el último granito de arena se juntó con los otros, yo aun me pasé medio minuto absorto con la mirada fija en el reloj.

Me levanté y me dirigí a ella. Me senté un poco nervioso y por surte, si yo estaba ruborizado la sombra de la cueva haría de maquillaje.
Le cogí la mano, a lo mejor con un casi imperceptible tembleque y se la tapé con las mías que a diferencia de las suyas que estaban heladas, calentaban un poco.
Parecía que aun no se despertaba…
No sé si sonrió o me lo pareció porque estaba oscuro.
Aposté por hacer algo un poco más…nuevo. Y le dí un beso en el pelo. Y seguía dormida.
Y sucedió lo peor, Jostian le tiró una piedrecilla en el muslo.
Por suerte tampoco se despertó aunque hizo una pequeña mueca más marcada que la posible sonrisa.

Pensé en devolverle la jugarreta a Jostian pero me decanté por despertar a Ladsia suavemente por su nombre.
-Te toca hacer guardia-le susurré.
-¿Me despiertas para decirme eso? ¿Encima con una piedra?
-Si te he cogido la mano primero, hasta te he dado un beso y ni con esas, luego Jos-
Me dio un abrazo y me despeinó con su mano jugando con mi pelo.
-¡Que es broma tonto!-Y me dio un beso fugaz en la mejilla. Y no sé si la cueva me dio suficiente “maquillaje”.
-Jo,jo,jo esto se lo cuento a Líbian para que te tenga ocupado-Dijo Jostian.
Le tiré una piedrecilla que tenía a mano en la cocorota.
-Ni se te ocurra.
-Vuelve a tirarme otra y te despierto yo cada día.
Jostian se giró y Ladsia le tiró una de mayor tamaño.
-Tú lo has querido.
-¡Pero si ha sido…!
-Shh-Me cortó Ladsia. ¡Hay gente durmiendo!
Le puse cara de amargura.
-Eso, niños, iros a dormir-Dijo Ybskhäar que se había despertado con el ruido.
Realmente, éramos algo críos.

Ladsia se fue a la entrada.

-Buenas noches-me dijo Jostian riendo.
-Buenas…tardes,
Nos fuimos a dormir con una sonrisa en la cara.

Ese día tuve una extraña pesadilla.

Moseph se subía a una montaña y se tiraba de cabeza a mi barriga.
Y eso fue lo que me despertó. La mochila de Jostian.
Tosí de forma tan bestia por el golpe que los que quedaban por despertar se despertaron sin necesidad de terceras personas.

-Ya vuelve a ser de noche, sí-Dijo Moseph.
-Vamos, montad-Ordenó Líbian.
-Líbian… ¿Eso le enseñaste a Jostian? Si todas sus costumbres fueran así te llamaría mal padre.
-No hombre, no se lo enseñé. Antes de adoptarte me tiraba yo encima de él. Jostian adoptó su propio estilo.

Subimos a los caballos y cogimos el trote al salir del bosque.
Los caballos corrían al ritmo que Líbian quisiera.
Otra noche de carrera y casi dos días sin ningún problema. Como solo íbamos por la noche, tardábamos más. Y el brillo de la luna era cada vez menor.

El día siguiente iba a ser el último. Líbian había hecho guardia esta vez. “Un rey no es más que su pueblo si el pueblo es lo que le ha formado”.
Así que, como terco que es, le dejamos hacer guardia las últimas dos horas.
-¡Montad! ¡Pronto estaremos andando por Ciudad enana! Divinas maravillas sagradas…¡Estructuras perfectas!
-Pareces contento.-Dijo Gálem.
-Ayer entramos en territorio enano. Hace treinta años que no pasaba por allí, es un sitio bonito. ¡Plagado! Pero de arte. Es otra de las muchas cosas por las que he decidido acompañaros. Esa es una, la otra, Hélebrin. Y la otra, vosotros. Y estirar las patas claro, que me viene bien.
-Padre…si el pueblo de escuchara…
-Venga ¡En marcha! Y tal vez querrías decir –“Padre, y si el pueblo estuviera en tu lugar”… A saber si siendo rey tendrían el valor. Aunque no discrepo, tengo un pueblo fuerte gracias también por nuestros amigos como Gálem y otros oficiales y maestros.

Seguimos un día más a Líbian, reposados y al cabo de cabalgar dos horas, al subir una pequeña cuesta vímos algo que no queríamos ver.

-Esta es la fortaleza rebelde, Líbian-Dijo Nubo impresionado.
Era una fortaleza de madera enorme, parecía no tener fin.
-Desde luego, más grande que el campamento de los bandidos es, no te quito razón en ello-Afirmó Sirial.
-Mucho más que los rumores me temo, parece que lo han engrandecido…¿Qué traman?-Contestó Nubo.

-Demos un rodeo, no tenemos por que ir aquí, rodeémosla y sigamos a la ciudad enana.-Dijo Urane.
-Sí, así dijimos,-Añadió el Rey.-Pues bien, demos un rodeo, lejos de sus murallas.
Y así fue durante dos horas de trote.

-¿Cuándo la han podido construir?-Es inmensa- Decía Líbian consternado.
-¡Es increíble que tengan ésta muralla! ¡Es increíble!- Nubo estaba cada vez más impresionado, pero eso no era lo peor.

Después del fin de esa muralla, solo había una entrada de agua de un largo estanque… y el puente para cruzar, estaba roto…
-El siguiente puente nos llevaría casi al pueblo deshabitado.

Nubo sacó un objeto cilíndrico alargado con un vidrio en el final que permitía ver tan bien como los elfos.
-Parece que después de este gran río sigue muralla, hasta unirse con la montaña que es imposible de escalar por su verticalidad. Acercarse por la verja que permite circular por los ríos también es arriesgado. Creo que lo que han logrado es bloquear el comercio a la ciudad enana.
-¿Cómo puedes ver tanto?-Preguntó Jûhrm-¡Está todo oscuro!
-Hay pequeñas antorchas.
-No nos queda otra, hay que ir por el otro lado. Si cabalgamos sin pausas, podríamos llegar bien. Incluso hoy, pero al alba.-Comentó Hélebrin.
-Tienes el don de la razón otra vez rey elfo, apresurémonos.

Líbian arreó el caballo y a un paso algo más acelerado volvimos en sentido contrario.
Pasó media hora y parecía que iba a amanecer, pero, no en peor momento que en la puerta de la fortaleza.

-¡Hay que acelerar Líbian!-Gritó Ybskhäar.

Pero en ese momento, el caballo de Uráne se hirió con algo…
Justo en mitad del camino.

¡Dentro de 3 días el final de éste apacible episodio que se va a terminar transformar totalmente en una pequeña pesadilla!

Hitlands Silver Sword escribió:¡Dentro de 3 días el final de éste apacible episodio que se va a terminar transformar totalmente en una pequeña pesadilla!

Y yo estoy más que ansioso por verlo .

Por fin los enanos! Gran capítulo Hitlands, el que viene será mejor, eso de seguro

-¡Joder! ¡No en mejor momento!- Dijo Urane.
Nos paramos nerviosos.
Sirial bajó de su caballo, y en un momento sacó la espina que se clavó el caballo y le curó un poco la herida. En menos de tres minutos.
-Podrá correr, pero no con peso…-Nos dijo.
-Pues no hay nada más que hablar-Dije.-Le tendí la mano a Uráne y subió tras de mi.
-Vamos, ya está, sigamos.-Dijo Urane.-Y lo siento.
-Era el caballo el que no miraba el camino ¡No solo tú! Aunque también, pobre bestia…por la noche y a este trote, normal que algún caballo se lesione.-Lamentó Gálem, que era también un buen jinete.

Media hora más tarde se repitió la escena, pero no la del caballo. La muralla del fuerte se unía con la montaña. Esta vez no había río, pero la ciudad enana está dentro de la montaña, no en sus profundidades, pero sí en su corazón... Por lo tanto, escalar la montaña supondría saltarse la ciudad enana, ralentizar el paso y acabar en medio del territorio goblin, que no me parece mucho más apetecible que un territorio rebelde enano. Así que para llegar a la ciudad enana, había que pasar por ese infierno.

-No me puedo creer lo que estoy viendo.-Decía Líbian.
-Pues lo estás viendo…-Contestó Nubo.
-Solo hay dos opciones nuevamente…-Continuó Líbian impresionado por la escena.
-O cruzar la puerta de alguna manera, campesinos, querer unirse a sus filas…o ir por la reja del río.-Dijo Gálem.
-Probemos la reja, aunque al ser solo dos entradas, también tendrá mucha vigilancia-Dijo Moseph.
-Si, pero se verá de manera ilegal el entrar por ahí si nos ven.-Ladsia no quería ir.
-¡Lo que sea pero ya! Antes de que se haga de día.
-Vayamos por la reja.-Dijo Djafvik. Podemos acuchillar dos guardias silenciosamente, tomar una barca o dos, y llegar por el agua hasta la siguiente salida. Solo hay que taparse con las capas. Si hay muralla solo habrá que saltarla y creo que todos podemos con mi magia.
-Parece un plan decente y es que no nos queda más tiempo para pensar…

Así que cuando salieron esas palabras del rey, cogimos las riendas y volvimos, ésta vez por detrás de la montañita por sugerencia mia.

-Cuando lleguemos al río, llegaremos a nuestro destino, luego seguiremos arriba-Dije.-Si baja alguna embarcación, Hélebrin o Sirial los avistaran antes que ellos a nosotros.

Dos horas y media y volvimos a estar allí. Los caballos exhaustos.
Y así fue, en plena mañana como nos íbamos acercando a la reja…

Infiltraciones diurnas, aquí en Hitlands hacemos de todo. No tenemos cura… pero eso nos ayudaría a improvisar una vez en la ciudad elfa.

Todos nos pusimos algún manto o algo. Nos fuimos acercando hasta la reja. Nos quedamos pegados a la muralla. Por suerte parecía un cambio de turno de la guardia.
-Me acerco yo primero-Dijo Djafvik.
Se acercó a la reja, miró y vio algunas barcas. Luego se unió al grupo y nos contó eso y que no parecía haber guardias en ese muelle.
En ese muelle no, en efecto pero… La muralla tenía muros que impedían ver la gente incluso que estaba subida en ellos.
-¡Eh!-Gritó una voz gruñona y divertida.-¡Tráeme otra cerveza! ¡Hic!
-¿Pero por la mañana?
-¡No! ¡Por la hoy! ¡Hic! ¡Pues claro!

-Dios que susto-murmuré- incluso bromea peor que yo.

Pasaron veinte segundos y la voz gruñona resonó de nuevo, esta vez mucho más cerca.
-¡Eh!
Nos habían descubierto.
-¿Corremos Líbian?-Susurró Jûhrm.
-No, si no no podemos entrar de manera legal, ahora solo nos queda esta…
El enano borracho tiró una escala y bajó abajo apresurado. Ybskhäar alejó los caballos.
-¡Vosotros!-¿Qué hacéis aquí?
Tardé cinco segundos en respirar y los demás lo suyo en reaccionar.
-¡Soy el guardián del muro de los domingos! Del día domingo digo, el muro no está bautizado. ¡Me conozco estas zonas! ¡Y no os he visto nunca! ¡Mi trabajo es de pena y no cobro casi nada! ¡Y si no vigilo me crujen!
Tras esto el enano se puso a sollozar, parecía que cambiaba de conversación él solo. –Así que ¡Hablad! –Se puso serio de nuevo al instante.
-¿Es que no está claro!- Ybskhäar se adelantó.-Somos los espías-Se tiró un eructo-semanales de la ciudad enana. Además, tenemos que hablar con el rey enano para pedir refuerzos porque unos vampiros están atacando a los elfos de esta tia de aquí detrás de mí.

Todos nos quedamos boquiabiertos.
El enano nos miró con malicia, frunció el ceño y preguntó:
-¿Claro y ese alto elfo?
-¡Es Hélebrin, el gran rey elfo! ¡El mejor espía de los enanos!.
-Pff si claro. El rey elfo trabajando por el gordo enano imperial. Será lo típico de los domingos jaja.
-Menos risa ¡Estás delante del rey Líbian! –Señaló a Jûhrm que iba vestido a lo bárbaro.
-Hola.-Dijo Jûhrm.
-Jaaa- El enano se reía solo.
-Y este es nuestro cuidador de caballos Jûhrm-Señaló a Líbian.
¡Y este es un mago que tiene poderes sobrehumanos!-Señaló a Djafvik que iba con togas de campesino.

Djafvik que parecía conocer ese tipo de enanos y sus chistes malos, sacó su vara con su filo y amenazó mordiendo el labio levantando el mentón.
-Corto el viento, tío.
-¡El viento! ¡Jaj! ¡A vosotros si que os tiene que dar el viento!
-Estamos exhaustos,  la misión de espionaje es muy dura. ¿Nos dejarías entrar para tomar algo mientras espiamos las barcas?-Dije. Ladsia ponía cara de no entender que pasaba. Creo que no pensaba que existiría alguien tan estúpido.
-Me habéis caído bien ¡Ja,ja,ja! Os llevaré a la puerta, supongo que venís por algo muuuy secreto ¡ja,ja ja!
-Bueno, a decir verdad, también buscamos a un no muerto-Dijo Nubo.
-¿Habéis buscado en su tumba? ¡Ah ja ja!
El enano cogía aire mientras nos llevaba andando a la puerta.
-A decir verdad-Dijo Nubo seriamente.-Somos desterrados de la Ciudad de Plata a los elfos “padre e hija” les echaron por ser…infieles. El padre se mezcló con una humana.-Miró a Urane-. y fueron expulsados porque esa humana tenía un alto cargo.  Tenía. Nosotros por encubrirles y crear problemas a nivel político-sociales. También buscamos venganza. Nos echaron de una casa que pagamos con nuestro sudor y sangre. Algunos éramos mercenarios. Y ahora esto.
-Si, lo sé. Para eso vienen todos…venganza, venganza al pueblo humano o al enano. ¡Pero primero toca el enano! Ya os ayudarán si eso…Yo…a mi no me conviene contar porque estoy aquí y menos a forasteros como vosotros…

Fuimos hablando de broma un trecho, pero este enano estaba borracho. Las miradas de los vigilante de los enanos de los muros eran de lejos más desconfiadas que éste incauto enano.

Pasadas unas horas, llegamos a la puerta…bastante cansados.
Al parecer todos los que entran tienen que “fichar”.
Dentro no estarían todos borrachos y tendríamos problemas y no nos ocultarán las bromas y la jugarreta de Ybskhäar. Eso ha estado bien, pero ahora necesitamos un nuevo plan. Algo serio y el tiempo disponible; es cero.

La puerta de madera se abre, la fortaleza enana es grande y poblada. Veo caras de desconfianza…
-¡Dejadles pasar! Son buena gente, me han hecho pasar un buen rato. ¡Más reclutas!

Las miradas no cambiaron. Desconfianza y creo que odio también. Mejor no mirar a los ojos. Sentíamos una fuerte inseguridad, como cuando te acercas a una cascada inevitablemente. Teníamos miedo. No debíamos dar señales de empuñar las armas. Las miradas iban agravándose  hacia los elfos todavía más. Miradas despectivas y algunos susurros. Algo malo pasaría…
Un enano musculoso se nos acerca junto a dos guardias…

Fin del capítulo VI.

El último capitulo de la 1ra empezará pronto. Me había quedado muy atrás pero he remontado un poquito, teniendo y el capitulo VII y VIII terminados. Cuando termine la 1ra parte, haré un parón de una semanita o así. Pero no os preocupéis.. tengo una agradable sorpresa por cada 2/3 días de esa semana.

Relato de Kyros, Capítulo VII: En el bando enemigo, terror en la impotencia.

-Soy el guardia al mando de la vigilancia. La puerta es mi misión. Todo aquel que entre debe decir a que ha venido. Puede que os crea o puede que no. En el segundo caso…tendréis serios problemas.

El enano guardia les explicó lo sucedido, lo que Nubo le contó y sin añadir las bromas. Parecía un poco más sereno.

-Ah…como excusa no está…nada pensada. Por lo tanto…puede que no seáis espías o asesinos a sueldo, zapadores u otra cosa perjudicial.

Creo que cuando dijo esas palabras todos nos aguantábamos un suspiro de alivio.
-Aún así –continuó-¿Cómo diablos conocíais esta zona?

Algunos enanos aproximaron sus orejas para ver que contestábamos.
-La verdad-Nubo iba a decir algo.
-Te recomiendo…sinceridad.
-La verdad es que yo soy el único que no inflingió daño a la corte del castillo. Era del pueblo del rosco, un conocido de Jûhrm que ayudó a Hélebrin. Les comenté que conocía éste sitio por rumores que habían surgido en pueblos vecinos, esos que más tardes vi con mis ojos vacíos.
-Hum…¿Entonces solo eres un guía?
-Sí, más o menos.
-Pues vete.

Hubo un silencio.
Hasta que Gálem respondió.
-Nubo tiene razones para quedarse aquí con nosotros.
-¿Aah sí?
-Ocurrió una cosa en el pueblo. Mataron a su hijo. Un tal llamado Semawtwn  a mando  de más de cien bandidos.
-¿Y?
-Escuché más rumores-Siguió Nubo.-De que entrenabais duro para atacar algún día la ciudad enana. Necesito dicho entrenamiento para derrotar a Semawtwn.
-Demasiados rumores. Cuando hay tantos rumores pasan a coexistir rumores y rumores. Rumores que son ciertos y rumores que son falsos. No entrenamos a nadie por caridad, pero si entrenamos para luchar contra la ciudad enana. Vamos a partir pronto contra ellos, tal vez una semana, talvez más, tal vez menos.
Y no puedo dejar que volváis y os capturen los humanos y os interroguen. ¡Y aún menos ir a la ciudad enana! Así que…tenéis suerte y mala suerte. Bienvenidos a nuestras filas.
Viviréis más tiempo pero lucharéis por nosotros. A cambio, os dejaremos entrenar.
Glor Recién has terminado tu turno de guardia ¿No?

-¡Si jefe!
-Bien…pues ya que has trabajado tan bien y te han caído tan simpáticos…tú les harás guardia.
-¡Llevo todo el día y noche en pie!
-Parece que éstos también, os llevaréis bien.-El jefe provocó una sonrisa.-Y si tienes algo que objetar…-En ese momento chocó su puño  con su palma mientras los dos enanos armados de al lado se ponían a mirar por encima del hombro.
-¡Lo haré por Yxzart!
-Bien, nos entendemos muuy bien. Y vosotros…puede que ese Semawtwn esté más cerca de lo que creéis. Quién sabe si nuestro jefe es él.-El guardia se fue riendo a carcajadas malignas.

Las miradas dejaron de apuntarnos tan tensamente.
-Juro que un día de estos…-Dijo Glor rabiando de impotencia.

El enano Glor, quien nos acompaño hasta la puerta, debía custodiarnos. Me sentía afortunado, no parecía realmente malo.
-En fin muchachos. Tengo una tienda por aquí. Lo mejor para ambos será que os lleve a ella…

Una calle a la izquierda y luego dos a la derecha y el enano se detuvo. Sacó un arillo metálico con cuatro llaves.
-La de mi barca…la de la sala de vigilancia…la de..hm..ésta mejor no os digo para que es…y la de casa.
-¿Y nos dices cuál es la de la sala de vigilancia? ¿Y tu barca también?
-¡Claro! Mietras no sepáis cuál es la del lago, no hay problema.
Se hizo un silencio algo estúpido.
-Borrachera enana, olvidad lo que he dicho, será mejor para vosotros. ¡Y para mí!

Glor abrió la puerta y entramos en una casa hecha de madera con paredes también al estilo tiendas de campaña. Tela y madera. Que cosas más raras.
-Desde luego ¡No esperaba menos del arte enano!- Dijo Gálem fingiendo admiración.
Todos echamos unas pequeñas risas mirando a Líbian.
-Ríete ahora, soy uno de los mejores arquitectos-mineros-guerreros-constructores-ingenieros-del reino enano. Mi especialidad por tanto es la piedra. No he construido nada de aquí.
-¡Olvidas decir que eres también de los mejores fanfarrones y bebedores!-gritó un enano por la ventana riéndose.
-¡Lo primero no te lo discuto! ¡Cuando se me quita la borrachero soy de los mejores enanos! ¡Entra Xixu!

Otro enano entró ahí dentro.
-¿Qué tal hermano?
-¿Sois hermanos?-Preguntó Jûhrm.
-No de sangre, pero si de amistad. Xixu es más bien como mi tio. Ha cuidado de mi muchísimo.

-Así que estos son los nuevos…¿Piensas tenerlos en tu casa Glor?
-Solo antes del ataque. Tomad asiento, como si fuera vuestra casa.
-Tenemos mucho de que hablar-.Dijo Xixu mirándonos.
-Me parece que no tenemos elección.-Dijo Djafvik.
Dicho esto me senté el primero.
Fuimos hablando sobre el funcionamiento del campamento, desde normas hasta limpieza, incluso ganado que se criaba. Hasta actividades que hacían de vez en cuando o algún juego.

Al rato de media hora de hablar, Xixu cerró las ventanas de madera después de asegurarse que nadie estaba presente. Y de golpe se puso a hablar serio, cambiando el tono de voz.
-Conozco las leyes de la Ciudad de Plata. Y no se llevan mal con los elfos eso para empezar. Y si sale un mestizo, no pasa nada. Por lo tanto, habéis mentido.

¿Qué sucederá ahora que los han descubierto? Buen capítulo, Hitlands. Ya espero ver como salen de ese lío.

-Vaya Xixu ¡Me llamas borracho fanfarrón apareciendo de la nada y ahora les metes en un aprieto!
-Si, y lo tenía todo planeado.

Todos estábamos un poco tensos, pero por otro lado, era sospechoso que no hubiese avisado ya a la guardia. Hay que ser culto para saber las leyes de un país vecino.

Xixu cogió un pergamino en blanco de una estantería y se sentó junto a nosotros. Comenzó a escribir y nos lo enseñó.
-¿Sabéis lo que he escrito?-Preguntó.
Me puse a mirar y distinguí unas señales raras, una escritura curiosa. Era enano. Podía leerlo pero no entendía nada.
Gálem preguntó a Djafvik.
-¿Tú sabes?
-No, no sé.
-¡Oh! El ermitaño erudito.
Xixu suspiró, tomó el pergamino de nuevo y la pluma. Ésta vez escribía de forma que le entendíamos.
-Hace mucho que no escribo en vuestra lengua ¡Y en élfico más!
En la nota estaba escrito:

Líbian y Gálem, me sorprende veros aquí. Soy un espía de la ciudad enana, el rey de los enanos me pidió que viajara aquí cuando la revolución. Pero escapar es muy difícil. Si hablamos nos descubren.
-¡No entiendo nada!-Glor se enojó un poco.
-Ya te enseñaré.

Líbian tomó el pergamino y escribió nuestra situación. Le hizo saber que quemara ese pergamino en la hoguera central de la casa, que necesitábamos descansar y que estaríamos en contacto.
A Líbian le sonaba la cara de Xixu.

Escribiendo solamente, Xixu comentó que Glor era un buen enano, nacido y criado allí unos años y que él fue su mentor.
A Líbian le empezó a sonar todo un poco más.
Glor, era el segundo hijo del rey enano. Si por alguna razón la ciudad cayera, él tomaría las riendas.
Glor no se creyó eso del todo auque tiene recuerdos extraños. Cree que Xixu se lo contaba para que fuese más ameno estar ahí.
A la hora de entrenamiento del día siguiente ¡Más!

Antes de que el pergamino llegase a la hoguera, Nubo miró a los ojos del enano, le cogió la mano y bajó la cabeza en señal de necesitar algo.

Xixu le dio el pergamino y la pluma. Nubo escribía preguntando acerca de Yxzart, si era un hombre encpuchado. En su conciencia, Nubo sabía que Yxzart era enano, pero temía que Semawtwn hubiera matado a su jefe y hubiera tomado el poder.
Xixu cogió el pergamino y lo tiró a la hoguera. Movió horizontlmente la cabeza y dijo:
-Es enano.

No pasaron quince minutos y todos estábamos ya durmiendo. Los enanos se quedaron en la hoguera. Xixu le contaba a Glor quienes éramos, aunque en un tono de voz que no pudiera despertarnos. Lo último que recuerdo es que puso cara de sorpresa y sonrieron.


-¡Uy! De que ha ido.- Era la voz de Jostian, yo iba abriendo los ojos.
Ladsia se encontraba casi encima mío con la mochila de Jostian entre Jostian y ella.
-Mira que le dije que te despertara ella con mi mochila para que todos estuviésemos contentos… pero se negó.-Dijo Jostian.

No es el príncipe encantador que esperábamos.
Eché un  vistazo a mi lado y solo vi a Líbian al lado de la hoguera junto con Xixu.
-¿Y los demás?-Pregunté.
-Acaban de ir a la zona de entrenamiento con Glor.
-¿Y vosotros que hacéis aquí?-Pregunté a Jostian y Ladsia.
-Tardamos en despertar así que te esperábamos  ti para ir con Lib y Xixu.
-¿Le has llamado Líb, Jostian?
-Si, sé que ese nombre solo lo usamos tú, mi madre Lanehur y yo. Pero no quiero levantar sospechas.
-Entiendo-Dije.-Con los problemas que tienen los enanos con ésta rebelión, creo que decir que venimos a por refuerzos es precipitado. Dan ganas de salir de aquí y seguir solos y reunirnos con nuestro ejército. Bueno Jostian, gracias por levantarme de buenas maneras.

Jostian y Ladsia me guardarían ésta… Pero yo me vengué del suceso en la cueva.

-Bueno-dije.-Me voy al campo de entrenamiento.

Xixu me clavó la mirada.

-¿¡No osarás irte sin antes tomar merienda enana!? ¿Verdad?

El enano me cogió del pantalón y me sentó en la silla.
-Siéntate aquí que te sirvo algo, los entrenamientos de aquí son duros. Necesitarás estar despierto y alimentado.

Me senté, tomó unas cosas que tenía encima una mesa y me lo trajo al lado de la hoguera.
-¡Dulce cerveza enana con conejo asado!
-...Genial-Dije-. pero comer eso al levantarse es un poco…

-Sé que estás pensando y todos lo han pensando. Pero ahora están despiertos y entrenando. ¡Así que come!

Pues la verdad, yo estaba pensando en ir a entrenar para luego atacar ese plato con tan buena pinta…pero ahora…
De todas formas, no era algo que pudiese hacer. Así que miré el plato con rivalidad y me lo comí rápido. Con pocas ganas al principio y menos aun al final. ¡Pues estaba delicioso y no quería que se terminase!
-Si, eso también lo decían, pero no puedes repetir. ¡Podría sentarte mal durante el entrenamiento! ¡Seguidme ahora que todos habéis  merendado!

Salimos de la casa-cabaña y seguimos recto el camino más ancho hasta un terreno enorme descubierto y descampado. El terreno era mayormente de arena con algo de hierba y poca maleza. Allí íbamos a entrenar.

-Ahora hay más gente pero por la mañana hay menos. Igualmente como se hace tarde se ira vaciando. Todas las armas son de madera, lo siento. Aunque así es más seguro.

Gálem que aún tenía el brazo cubierto por las vendas luchaba con una espada de madera contra Djafvik que no podía mostrar su magia y se defendía con su bastón lanza.

Ybskhäar y Jûhrm también iban entrenando juntos. Incluso los dos perros jugueteaban.
Podías encontrar prácticas de tiro con arco tmbién.
-¡Si me permitís…!

Xixu se adelantó con una ballesta y comenzó a disparar allí. Cada cinco minutos los arqueros hacían un paro de treinta segundos para recoger las flechas disparadas.
También tenía dos cuchillos largos en la cintura que aunque decía que sabía tirarlos, los usaba más para el cuerpo a cuerpo.

Hélebrin tenía curiosidad por Glor, quien empuñaba una maza a dos manos muy potente gracias a la tremenda fuerza con la que la movía Glor.

Recuerdo un momento divertido que un bárbaro le pidió a Sirial su arco, ella se lo dejó cuando Djafvik usó un hechizo para que el arco pesara unas veinte veces más. El bárbaro impresionado se lo devolvió a Sirial quién seguía practicando sin usar magia.

Pronto yo entré en situación.
-Jostian ¿Te apetece un poco de entreno conmigo?
-Claro, probemos que tal.

Nos pusimos a hacer ejercicios de precisión y potencia ahora que las espadas eran de madera.

A los cinco minutos, Líbian nos detuvo.

-Jostian, conozco mejor tus ataques debido a que eres mi hijo, me gustaría luchar contra ti y enseñarte por mi cuenta a pulir tus fallos. Te falta ira a la hora de golpear pero también te falta serenidad.
-Es mi amigo y hermano Kyros ¿Cómo quieres que ataque con ira?
-No tiene porque ser rabia. ¡Furia y potencia!. Eres más joven que yo, puedes superarme más o menos pronto si te lo propones. ¡Probemos!

Se pusieron a practicar y Líbian siempre le sacaba un poco de ventaja.
Jostian retrocedía poco a poco.
Bästis iba luchando con cuidado contra todos los enanos que le retaban cuerpo a cuerpo, también bandidos y bárbaros. A veces hasta de cuatro en cuatro. Nadie podía con él. Por suerte como era un bonachón no terminó mal.

Gálem que ya llevaba unas horas de entreno estaba exhausto de luchar solo con su brazo derecho y se acercó a mi.
-Ladsia, ven por favor.
-¿Qué es?
-Probad.
-No entiendo aún. ¿Quieres que le entrene?
-Veréis, acaba de llegar Yxzart y creo que no le hará gracia veros parados. Quiero que hagáis un duelo. Ladsia contra Kyros. No os reprimáis. Tomad espadas de madera. Ya que ambos sabéis luchar con dos espadas nos lo podemos permitir. Sé que hay algo de tontería entre vosotros dos, pero intentad estar serios, especialmente tú Kyros.

-Esto será problemático-Dije.
-Es importante, que ambos tengáis una razón por la que luchar para daros más ímpetú y fuerza.
-Bueno, vale…-Dije.
-Daos prisa.
Nos alejamos Ladsia y yo a esperar que Gálem diera una señal.
-¿Porqué lucharás tú?-Me preguntó Ladsia.
-No lo sé…No quiero luchar contra ti de este modo bajo mil miradas etcétera. ¿Tú porque lucharás?
-Ya lo sabrás desagradecido…Hora de vengarse por esta mañana.

-¡Atacad de una vez!-Gritó el supuesto Yxzart.
Ambos, Ladsia y yo miramos a Gálem que asintió con la cabeza y lo tomamos como una señal.
Ladsia se abalanzó contra mí rápidamente. Paré su primer golpe descendiente y el segundo lateral. Simultáneos y muy seguidos. Era veloz y con buena coordinación. Era difícil parar sus ataques. Gálem la entrenó muy bien.
Yo no paraba de retroceder, no podía esquivar casi nada porque ella avanzaba rápido.
-Si fuera un capo de batalla Kyros ¡Ya te habrían atravesado mil enemigos a tu alrededor!-Gritaba Gálem.

"A menos que la hubiera atraído hacia mi bando…" pensé yo.
Nuestras espadas estaban chocando delante de nuestras frentes en forma de cruz.
Con suerte conseguí desarmar una de sus espadas, aunque lo hizo a propósito. Sabiendo que las espadas eran de madera se dejó recibir un golpe para dar uno más fuerte. Con su mano libre cogió mi brazo y me dio un rodillazo bastante duro en el vientre. No me dejó fuera de combate pero estuve diez segundos con una rodilla en el suelo.

-¡Bien hecho niña!-Gritó Yxzart.

Ya quisiera yo que mis meriendas fueran así . Habrá que ver en qué termina el duelo. Interesante capítulo, amigo mío .

-¿Estás bien?-Me preguntó Ladsia.
-El enemigo no será tan compasitvo, y si le digo que sí, tal vez me corte la cabeza.
Me levanté y me dispuse a atacar yo. Aunque me sentía algo mareado.

Ella recogió su espada.
-No estamos frente al enemigo, puedes rendirte si quieres Kyros.
-Pero pronto estaremos frente a él.
-Quizá también podrías rendirte.-Ladsia río un poco.
Me puse en guardia, tensé mi vientre, cogí aire y ataqué, esta ve yo primero sin pasarme, pues en mi mente tenía claro que era Ladsia.
Mi primer golpe fue parado y el segundo esquivado. El tercero ya lo estaba dando ella y volví a empezar a retroceder.

A los veinte segundos de aguantar como pude, volvimos a estar justo en la misma posición, espadas en forma de cruz chocando. Se le escapó una sonrisa.
Yo estaba pensando en como salir de esa victorioso y al mismo tiempo seguro que ella estaba pensando lo mismo… Aunque también seria posible que ella supiese que yo estaría pensando y me atacase de golpe. Así que hice lo primero que me salió por instinto. Fingí dar una patada con lo que sus dos espadas descendieron para bloquearla, pero al ser un farol, pude atacar yo con mis dos espadas, como si fuese una tijera. Pero ella se movió bien moviendo el tronco atrás, luego me tomó por un brazo con el suyo y me proyectó contra el suelo. Ella se agachó, me dio un beso cuando su pelo tapaba mi cara. Luego, inexplicablemente ante mi confusión  me dio un puñetazo en el mismo lugar de antes. Todo ocurrió muy rápido.
-Eso es atacar a traición…-Dije después de toser.
-Traicionar para la victoria…a veces es necesario- Me dijo Ybskhäar tras derrotar a Jûhrm.
-Debes aprovechar los puntos débiles del adversario-Dijo ladsia.-Ahora descansa, luego te enseñaré algún truco.
Ella fue discípula de Gálem. Yo aprendí bastante por mi parte. Un poco de todos.

-¿Me he pasado?-Me preguntó.
-Me sorprende que uses algo tan inocente y agradable como un beso para golpearme. Enséñame lo que sepas, pero no repitas algo como esto, que me sienta peor que tres golpes en el estomago.
-Si con esto consigues mejorar… Tal vez haya merecido la pena, ¿No crees?

Me tendió la mano, la tomé. Me levantó y por si acaso tenía el brazo en el abdomen…no fuese el caso de que me diese otro rodillazo. Por suerte no fue así.
Me puso la mano en el vientre.
-¿Te duele mucho?
-No te preocupes, pasa rápido.  Molesta más que doler.

Me dio un fuerte abrazo.
-¿Molesta?
-No…del todo.
-Estás listo para unas clases más.

El resto del día, lo pasé entrenando con ella.

La noche fue parecida a la anterior pero esta vez hubo algo más de cena y tardamos más en ir a dormir dado que no teníamos sueño. Líbian hablaba con Xixu y Glor mediante pergaminos sobre como salir, cuándo sería el ataque y otras cosas. Siempre quemaban el pergamino tras terminar. Solían hablar de cosas normales en voz alta mientras escribían.
Yo estaba agotado de todo, y decidí ir al río donde nos dijeron que podíamos darnos un chapuzón ya que después de entrenar el río limpia y relaja.
A mitad del camino me encontré a Jostian y a Nubo que parecían incluso más agotados que yo.
-Qué suerte que Líbian no te trata tan duro como a mi, no te imaginas lo que puede llegar a hacerte luchar. Aunque me guste.
-Ladsia tampoco es poco estricta, solo te digo que te da un beso para romperte una costilla.
-¿¡Te ha roto una costilla!?-Preguntó Jostian.
-No hombre-reí.

Fuimos hablando de nuestro entrenamiento. Era oscuro y todavía quedaba algo de luna. Pero por suerte aquí ya había antorchas.
Tras un buen rato de andar, estoy seguro que pasó más de una hora, llegamos los tres al río. Era increíble, pero el agua estaba mucho menos fría de lo que esperábamos. Estaba simplemente, ideal. Y cada calle del gran campamento, tenía su zona de baño. Estaba vacío, se ve que los enanos son de bañarse más por la mañana y de vez en cuando…
De todas formas, al ser realmente tarde no esperábamos encontrar a nadie.
Habían algunos botes de madera, que separaban también las zonas del río delimitantes que marcaban las calles.
Algunos enanos en verano dormían en sus botes.
¡Y algunos gnomos! Solo conseguí ver uno por el momento.
En la ciudad enana viven bastantes gnomos, pero parece que aquí vinieron pocos.

Hablamos un poco tras bromear de lo fría que estaba el agua. (Caliente para ser invierno, pero fría igualmente).
Lo único malo del río aparte de ser un río en invierno es la cantidad de barro de la orilla.

Nubo, que se estaba bañando tras una barca al lado nuestro, nos dijo que debíamos irnos, que no era buen momento.

-Yo no tengo que mirar nada. Haced lo que queráis-Dijo esto, se puso la toalla a la cintura y se secó para marcharse.
-¿Qué pasa?
-Nada realmente, pero no os metáis en problemas, sed sigilosos. Yo no puedo permitirme el lujo de poder quedarme a verlo.
Dicho esto, Nubo se fue.

Con la curiosidad en el corazón, Jostian y yo miramos con cautela que ocurría ¿Estaría Yxzart o Semawtwn y Nubo lo iba a matar? ¿Había algun guardia?
Jostian se quedó tres segundos mirando petrificado y miré que pasaba. Pero no duré nada mirando. Me sumergí y le cogí del hombro y le tiré hacia atrás. A lo que él dejó de estar absorto y se dejó acompañar.
-Yo tambié creo que deberíamos irnos…-Le dije.- No quiero sentirme mal, arrepentirme o que tenga repercusiones.
-¿Yo que sabía que esto era la zona de mujeres o que Ladsia, Sirial y Urane iban a estar aquí y ahora?...Aunque si miro un poco más no será sacrilegio.
-¡Jostian! ¡Como mires a Ladsia…!
-Vale vale, estaba de broma…creo…
-Nubo podría haber sido más específico, creo yo.
-Kyr, admitamos que una de las razones por la que nos vamos es por si nos cogen.
-Admitido-Reí.-Aunque tampoco hubiera abusado tanto como tú.

Yo me fui, no quería que me vieran en ese lugar y pensaran mal. Jostian me acompañó. Mejor no crear problemas internos del grupo.
El camino fue tranquilo. No nos dijimos casi nada aunque si que echamos algunas mofas como las que usas cuando sales de una situación difícil o ligeramente arriesgada y al final no pasa nada. No nos vieron.
-No te llego a coger y podría haberte descubierto Sirial.
-¡Oye, no podía hacer nada! Las elfas son perfectas.
-No la miré precisamente a ella…
-Bueno, cada uno a lo que le toca. Príncipes con princesas y ahijados con ahijadas…
-Mejor dejar el tema…Detesto la idea de que alguien no sepa que le han visto en ese estado sin que lo desee. Y yo también he mirado un rato.
-Bah, si no tuviéramos algo de picardía los humanos nos extinguiríamos. Tampoco lo has hecho con mala intención tranquilo. Igualmente, al igual que yo con Sirial quiero algo serio  tu también lo quieres. Si no me hubieses apartado y me hubiese visto, mis probabilidades hubieran sido mermadas…
-De nada.-Contesté.-Me debes una.
-Será posible…

Llegamos a casa de Glor y ya íbamos a dormir. Algunos ya estaban durmiendo, Líbian pero, seguía con Xixu hablando.
-Espero que no hayáis tenido problemas con los enanos, algunos son un poco…a mi me miraban mucho-Dijo Xixu.
-No tranquilo-Dije-.Había de todo menos enanos.
Jostian se rió.
Justo antes de ponerme a dormir llegaron Ladsia Sirial y Urane.
-Anda aún estáis despiertos.-Nos dijo Urane dirigiéndose a nosotros.
-Claro, Jostian y Kyros estaban en el río con Nubo, han llegado hace cinco minutos.

Xixu nos puso en un aprieto.
-Curioso, porque nosotras también estábamos y no hemos visto a nadie.

Yo iba a decir una mentira piadosa diciendo que nos dimos cuenta al rato que nos habíamos confundido de calle pero Jostian habló antes.
-Ya, bueno, estábamos tras una barca para no ver y no ser vistos.
Ladsia se me acercó.
-Por tu vientre espero que sea verdad
-¿¡Pero porque a mi!? ¡Que no he hecho nada!
-Sht, cállate que están durmiendo-Dijo Ladsia.
Nubo se rió sin despertar a los demás.
-Me voy a dormir, buenas noches-Dije.
-¡Duerme bien! Ja, ja.-Dijo Jostian.

Me fui a dormir de espaldas a los demás y poco a poco ellos también se fueron a dormir. La casa de Glor era muy grande. Tenía un piso arriba la mitad de grande que este.

El día siguiente fui despertado por la combinación más terrible de todas.
-Yo te mato Jos…¿¡Ladsia!?

Era Ladsia con el equipo de Jostian.
-Jostian me ha contado que estuvisteis detrás de la barca. Sirial confía en él yo no. ¿Cuál es la verdad?
-Nubo nos dijo que marcháramos, al enterarnos de que la razón erais vosotras, nos marchamos.
-Por ese error, hoy tendrás doble ración de entrenamiento y estaremos en paz.
-¿Eso incluye doble ración de golpes?
-Me lo pensaré.
-¡No por favor!

Ese día no cambió mucho. Gálem se esforzaba, Djafvik ocultaba poderes y todo muy similar. Líbian ese día llegó a la conclusión que la mejor forma y menos sospechosa de escapar de los enanos rebeldes era ir al ataque contra la ciudad enana. Ya que Xixu llevaba once años ahí y no consiguió salir.
Glor, vino aquí de niño. Y ya estaba a camino de los treinta.
Edad joven para un enano pero aun asi…
La razón principal por la que Jostian se sinceró fue para que no se repitiera la escena, quedamos cada uno a una hora para ir al río. Ese día Ladsia entrenó muy duro. Y el siguiente día iba a tener duras agujetas.

Solo pasó una cosa interesante por la noche…algo que nos cambiaría la vida a Ladsia y a mí.


¡Aviso! Cuando termine éste capítulo y con ello la 1ra parte haré un parón de 1 semanita o así, pero igualmente cada 3 días publicaré algo que a los lectores os gustará mucho (y creo que a los demás también).

Por la noche, Glor le preguntó a Djafvik como iba todo lo de la magia. Líbian le comentó que Djafvik sabía lanzar hechizos y Glor quería verlo. No porque no le creyera, si no por curiosidad.
Djafvik hizo alguna demostración de verdadero mago y Glor quedó sorprendido. Después preguntó como podría ser él hechicero.

-No es facil…Para poder ser hechicero necesitas tener un gran poder de concentración y llevarlo a la sangre. También se puede conseguir mediante meditación, desbloqueando el poder mágico de cada uno… De hecho puedo saber el potencial de cada uno de vosotros aquí presentes.

-¡Guau! ¡Prueba conmigo!-Glor estaba entusiasmado.
-Veamos-Decía Djafvik animado-. Pon tu palma encima la mía y deja que el calor fluya.
Y así lo hizo el enano durante unos segundos.
-Al parecer, no noto que lleves mucha energía mágica…lo siento. Es como si nunca le hubieses dedicado interés.
-En cierto modo… es verdad.
-¿Quieres probar tú Líbian?
-No gracias… ya lo probó mi hermano y me pone enfermo que él tenga tanto poder y yo no sepa ni crear una cerveza. Me dijo que había algo pero…demasiada pereza había en mi. Tenía otras cosas que hacer.
-Los elfos tienden a tener algo de magia curativa y poder de naturaleza, los altos tienen magia arcana…pero no va por runas. Es un don que tenéis.
-Es un don de nuestra raza-Afirmó Hélebrin-. No tenemos enfermedades y podemos curarlas, algo raro, lo sé.
Hélebrin era uno de los más poderosos dominadores de la magia aunque lo suyo era especialmente el cuerpo a cuerpo a diferencia de su hermano. Sus sanaciones eran más físicas que espirituales.
-A ver ¿Quién más quiere probar?
-Curioseados todos pusimos la mano. Nadie tenía nada especial por el momento. Los más curiosos fueron Gálem e Ybskhäar.
Notó que Gálem tenía un montón de energía interna, creciente. Algo muy comprimido, como si se fuera incubando.
Hay que recordar que Gálem era no en vano el líder de los paladines de todo este continente. Aunque no se le ha visto hacer magia en mucho tiempo a diferencia de Melag. Éste, afirma que Gálem tiene magia.

En cuanto a Ybskhäar simplemente Djafvik comentó que tenía una afinidad para la magia natural, y que le sería fácil interactuar con la naturaleza como hacía con los lobos.

Finalmente nos tocó el turno a mí y a Ladsia.
-Veamos, solo quedáis tú y Ladsia.
Puse mi mano debajo la suya y dejé corretear el calor de mi interior hacia mi mano.
-Increíble, tienes gran cantidad de magia y un espíritu especial. Aunque apuesto que nueve de diez partes de tu espíritu esta bloqueado. Te enseñaré algo de hechizos de fuego, tendrás que trabajar duro para desbloquear la magia. Te daré algunas runas que tengo de sobras. Tan solo acumula ese calor en tu mano y piensa que puedes convertir ese calor en una llama. Ve probando.

-Ladsia, te toca.-Dijo Djafvik.
Tendió la mano, mirándome.
-¡Otra! Idéntica a Kyros. No entiendo nada, nunca me sucedió esto. A lo mejor le hago mal pero…tienes igual nivel de magia que Kyros y en las mismas condiciones… Es un caso raro la verdad. ¡Y tener potencial más!
A ti te enseñaré primero agua, luego fuego.

-¡Claro!-Me quejé-. Así apaga mi fuego y me gana ya sin esfuerzo.
-Pensaba que ya te ganaba sin esfuerzo.-Me dijo.
-Depende de vuestra potencia. Si haces un fuego abrasador evaporaras el agua. Pocas chispas de agua a veces pueden alimentar el fuego. Si su agua pero, es mayor, más fría…Apagará sin duda tu fuego. Dependerá de vuestro avance. ¡Ahora iros a dormir mañana os enseño!

El siguiente día Ladsia no me despertó. Tenia agujetas… estuvimos casi todo el día intentando hacer alguna llama o algo de agua en el aire en el caso de Ladsia.
Yo conseguía aumentar la temperatura ambiente, pero no fuego. Ella tenía la mano muy húmeda como mucho algo de vaho pero no agua líquida.

-A mi me costó dos semanas hacer lo que estáis haciendo ya, increíble. Estáis despertando la magia. Yo no empecé a ser un buen alumno hasta pasado un tiempo, que comprendí todo mucho mejor. Éste es el paso más fácil…o el más difícil. Solo requiere tiempo.

Ese fue un día bastante tranquilo. Nubo enseñó su arma de fuego a Glor.
-¡No está mal!
-Si, pero tarda en recargar. Dispara a múltiples adversarios, pero el daño es reducido y la puntería nefasta. He de disparar a quemarropa y a veces algunos viven.
-Pues yo estoy trabajando en un arma y solo me falta colocarle la mirilla. Lo he llamado mosquete de doble cañón. Dos gatillos y la mirilla como ves está subdividida. Según el gatillo que presiones dispares mira una u otra. Además tiene una bayoneta desmontable y empuñable debajo de los cañones para acuchillar al primero que se acerque. Es toda tuya.
-¿¡Cómo!?
-Ah sí y espera ¡Toma la munición! Recarga mucho más rápido.
-Pero ¿Y tú?
-Es de mi equipaje ya pesa y quería darselo a alguien de confianza. Es un honor de veras, casi nadie admira la ingeniería.
-No sé que decir…
-Comienza por un gracias y termino por un de nada.
-¡Pues gracias Glor!
-¡De nada Nubo! Luego te doy la munición, un par de paquetes del tamaño de un puño mio. En la ciudad enana encontrarás más a precio de risa.
-¿Caro?
-¡Qué va! Regalado. Los consigo de un amigo llamado Mohamijo. Es un Dedes y por lo que me he enterado muy amigo de Moseph. Es un vendedor ambulante.
-¡Bien!

Moseph se pasó un rato hablando con Mohamijo que era un viejo amigo suyo y luego entreno con él un poco. Mohamijo usaba una cimitarra y una rodela metálica. Se notaba que a parte de ser comerciante también defendía su caravana…

Líbian siguió hablando con Xixu un día más y el plan parecía no avanzar mucho. Sería un escándalo…

Otro día terminó. Los días pasaban y pronto tocaría partir. Cada vez estaba más preocupado.

Guau, no me esperaba que Kyros y Ladsia tuviesen potencial como hechiceros. Buen capítulo, Hitlands .