Gálem se quitó la venda de su brazo y se la cambió por otra normal. Tenía pensado estar un poco más de reposo. Su herida parecía que cicatrizó muy bien.
Líbian y Xixu llegaron a un acuerdo. Aunque no estaban muy convencidos. Al parecer Xixu quería hacer un ataque interno en medio de la guerra. Pero si nadie le hiciera caso moriría. Insistía, pero, en que ya había creado gran confusión y varios le respaldarían.
El siguiete día volví a despertarme por unos gritos. Era Glor con voz de borrachera (Había desayunado más de lo normal) y el guardia de la entrada le estaba regañando.
-¡Ya estoy harto! ¡Quiero que te encargues de vigilar que no hagan nada! ¿¡Está claro!?
-Entonces, que tampoco entrenen ni se bañen ni coman ni…
-¡Qué no hagan nada sospechoso!
-¿Y eso qué sería?
-¡Limítate a contestar un si o un no! ¿¡Queda claro!?
-No.
-Baah, dimito de mi cargo. Esto es horrible, no entiendo como existen enanos tan tozudamente estúpidos. Criarse aquí debe afectar. En resumen. Haz todo lo que esté en tus manos.
-Vale.
-¡Prométemelo!
-Te lo prometo.
Dicho esto el guardián se fue suspirando y refunfuñando.
Glor entro a casa y miro a Xixu con cara de tonto. Se miró las manos…Vacías.
-No harásnada …-Dijo Xixu.
Se pusieron a reír como dos tontos y finalmente a carcajadas.
Con ese ruido, Ladsia aún dormía y la desperté rescándole la cabeza con mucho cuidado. Algo que se me daba bien, pesé.
Ese día, Gálem quería hacerme una prueba. Luchar contra Jûhrm.
Ladsia me había entrenado físicamente y Djafvik mentalmente. Tenía prohibido usar magia para evitar levantar sospechas.
Jûhrm se puso delante de mí con sus dos espadas de madera y yo otras dos. Aunque él era de usar dos mazas. Pero ese día las estaba usando otro enano.
-Empezad-Dijo Gálem.
La lucha parecía igualada al principio, pero él no se desgastaba. Cada vez cogía más y más velocidad y sus golpes eran también más duros. Si no los bloqueaba tendría un problema.
En un momento dado del combate, Jûhrm se adelantó rápido con un grito y atacó con todo su empeño y fuerza bruta de arriba a bajo. Con ambas armas pretendía golpear en cada hombro.
Me guié por la experiencia.
Usé una de mis espadas para frenar su ataque, aunque no fue suficiente para detener su fuerza bruta y me alcanzó un golpe.
-¡Tonto!-Me dijo. -¿A qué juegas?
-¡Son de madera!
Al haber bloqueado a la altura de su empuñadura, ambos ataques habían perdido velocidad. Con mi mano izquierda le asesté un golpe en toda la barriga y cayó de rodillas.
-No está mal- Dijo Gálem.-Ésta vez el contrincante está de rodillas y tú en pie. Aunque veo que ya se está levantando…
-¡Cielos! Mi hombro…-Dije. Parecía que hubiese dormido en mala postura durante una semana.
-Has derrotado a Jûhrm…el primer asalto al menos, aunque ha sido igualado. Pero recuerda, él es el peor en duelos, lo suyo es limpiar y estar en medio del campo de batalla y, además… no tenía sus armas. Y no es muy listo para pensar en que son de madera. ¡Pero no está mal chico! ¡Nada mal!
-¡Dichoso suicida! Si tuviera mi ballesta…-Replicaba Jûrhm-¡Verías tú!
-Ja ja-Reí.- Me has dado una idea. Vayamos a hacer puntería, que tengo que hacer uso de mi arco. Que por muy buen arco que tenga, mi habilidad no es la misma.
Y así avanzó ese día. Practiqué con arco… no sin que antes Ladsia mirara si se me había fracturado la clavícula.
Hablando de Ladsia, Xixu le dio un instrumento. Una flauta de madera pero con muchos más agujeros de lo normal. Ladsia lo iría tocando regularmente. Mejoraría rápido, como siempre.
Gálem solo hacía estiramientos con su brazo recién curado. Xixu le regaló una daga por si se encontraba en lugares cerrados.
Otro día terminó.
La siguiente publicación... será el final de la 1ra parte Espero que os guste mucho ^-^