Capítulo I: Dominando a los bárbaros
Nos encontramos en el año 272 a.C, el mundo esta desolado por guerras,hambrunas y epidemias que azotan sin descanso a la humanidad, poca gente ha podido poner orden en lo que se lleva de tiempo, hace mucho que las Moiras decidieron llevarse a Alejandro Magno, el griego que reunifico Grecia y contra todo pronóstico gano al imperio persa, por aquel entonces el mayor imperio de toda Asia.
Su muerte trajo una fragmentación del mundo inimaginable, los estados "sucesores" de Alejandro pelean ahora entre ellos, dejando a lado sus lazos helénicos y aceptando los orientales, uno de esos estados fue el poderoso imperio seleúcida, su poder llegaba ante la India, donde sus satrapías alcanzaban, una de ellas, Bactria hacía poco que se había sublevado éxitosamente de su señor, ahora los demás estados vasallos miraban con ojos de traición ante su señor, esperando al mínimo resquicio de debilidad para alzarse en armas contra su antiguo amo y liberarse del yugo opresor que ejercían sobre el.
Así paso, uno de las primeras satrapías en rebelarse fue Aria, junto con ella, nuevos estados se alzarían.
Mientras tanto un correo llegaba a Bactra, la capital de Bactria.
Un jinete veloz atravesaba las murallas más rápido que la enfermedad en expandirse, su caballo expulsaba espuma por la boca debido a la terrible jornada de viaje que llevaba aguantando desde que salieron de la frontera, después de una carrera contra el tiempo, el jinete llegó por fin a su meta, el palacio real, después de pasar los controles de los guardias, se dirigió con paso firme pero exhausto ante los aposentos del rey, cuando los guardias abrieron encontró una pequeña sorpresa, el rey gozando con 6 jóvenes esclavas, el mensajero se puso pálido y se quedo como una estatua de mármol, el rey al verle soltó tal carcajada que sonaría por todo el palacio, después de "despedirse" de las jóvenes, el mensajero le entrego el mensaje a su rey, este al abrirlo con paciencia y delicadeza exclamo:
-Por fin, nuestro momento ha llegado.
El mensaje decía lo siguiente:
Alteza, el gobernante de Aria se ha alzado contra el Seleúcida, sus hombres han matado a los
embajadores sirios, le han declarado la guerra y ofrecen a toda Asia que se una a ellos en su contienda.
Este mensaje daba carta libre de una vez por todas a Bactria para poder expandirse en Asia sin tener que enfrentarse a su antiguo amo, ahora las satrapías se alzaban contra su señor dejando un gran trozo de Asia desprotegida ante Bactria.
Su principal objetivo serían sus vecinos de la estepa, Dahes que durante mucho tiempo habían agregido a Bactria con sus numerosas incursiones a territorio bactriano, ahora el recién formado ejército bactriano marchaba ante su capital para poner de rodillas a los sucios bárbaros y expandir la influencia de Bactria.
Los bárbaros sabían que tenían las de ganar, superaban ampliamente en proyectiles a los bactrianos y una carga directa diezmaría a las tropas bactrianas, por eso se decidió rodear la ciudad, en los flancos se encontrarían los montañeses bactrianos junto con los mercenarios escitas, al frente se encontraría el general con los regimientos de piqueros y los honderos.
La primera fase de la batalla sería la de hostigar, un buen hondero tenía más alcance que un arquero, por ello los honderos empezaron a castigar a los bárbaros con una lluvia de piedras capaces de abrir más de una cabeza bárbara, una vez que se acabaran las piedras, los mercenarios escitas hostigarian también, cuando too tipo de proyectil se acabo, los montañeses lanzaron su carga, en el punto máximo de la batalla, viendo que los montañeses no podrían por sí solos, el general envió a los piqueros, que convirtieron la batalla en una sangría.
Luego de varías horas de intensos combates la ciudad se rindió.
Después de la batalla, los bárbaros de Dahes habían sido borrados de la faz de la Tierra.
Ahora el próximo objetivo era asegurar el norte de posibles represalias por parte de los otros pueblos de la estepa, el primero de ellos, los corasmios.
Los corasmios eran un gran pueblo guerrero pero que con el paso de los años se fueron reblandeciendo y disminuyeron su área de influencia a su ciudad fortificada de Kath.
El general bactrio sabía que la toma de Kath no sería tan fácil como la de Amul, Kath estaba fortificada y tenía un gran número de defensores, para ello, se destino todo el oro del saqueo de Amul para construir armas de asedio que pudieran dar el punto a favor a los bactrianos en el asedio.
Después del paso del duro invierno, las tropas bactrianas marcharon sobre Kath con un gran entusiasmo, el ejército se había modificado dando a lugar a un ejército alejandrino; piqueros,honderos y las armas de asedio.
Cuando llegaron a la ciudad, les recibio el duro silencio que rápidamente fue reemplazado por el sonido de la artillería bactriana, hasta que al final de un duro bombardero, los defensores de la muralla y gran parte de ella se vinieron abajo.
Los imparables piqueros entraron en la ciudad siendo recibidos por una multitud de bárbaros que uno por uno fueron atravesados por sus picas, este hecho fue recordado como las "Picas de Kath"
La ciudad cayó a las pocas horas, pero la sorpresa de Bactria era que los corasmios no habían sido vencidos, se habían exiliado de su tierra y se dirigían hacía el pueblo de los Masagetas.
Los corasmios tenían intención de quedarse en Aktau, pero los masagetas no lo permitieron y una gran batalla se cernió sobre ellos resultando los masagetas como victoriosos y los coramios derrotados, sin un hogar,destruidos.
La reciente victoria de los masagetas sobre los corasmios había hecho que estos se reforzaran y desconfiaran de todos, antes de sufrir un ataque por parte de ellos, Bactria marcho con su ejército y puso en asedio a la población de Aktau.
Aktau no poseía las murallas de Kath, la artillería bactriana bombardeo sin descanso durante días a su población, al final se rindieron sin poder luchar.
Pero no todo había acabado, gran parte de los masagetas antes de rendirse prefirieron huir, al final consiguieron formar una confederación con otro pueblo de la estepa, dando a lugar a una nación hostil contra Bactria.
Nos encontramos en el año 272 a.C, el mundo esta desolado por guerras,hambrunas y epidemias que azotan sin descanso a la humanidad, poca gente ha podido poner orden en lo que se lleva de tiempo, hace mucho que las Moiras decidieron llevarse a Alejandro Magno, el griego que reunifico Grecia y contra todo pronóstico gano al imperio persa, por aquel entonces el mayor imperio de toda Asia.
Su muerte trajo una fragmentación del mundo inimaginable, los estados "sucesores" de Alejandro pelean ahora entre ellos, dejando a lado sus lazos helénicos y aceptando los orientales, uno de esos estados fue el poderoso imperio seleúcida, su poder llegaba ante la India, donde sus satrapías alcanzaban, una de ellas, Bactria hacía poco que se había sublevado éxitosamente de su señor, ahora los demás estados vasallos miraban con ojos de traición ante su señor, esperando al mínimo resquicio de debilidad para alzarse en armas contra su antiguo amo y liberarse del yugo opresor que ejercían sobre el.
Así paso, uno de las primeras satrapías en rebelarse fue Aria, junto con ella, nuevos estados se alzarían.
Mientras tanto un correo llegaba a Bactra, la capital de Bactria.
Un jinete veloz atravesaba las murallas más rápido que la enfermedad en expandirse, su caballo expulsaba espuma por la boca debido a la terrible jornada de viaje que llevaba aguantando desde que salieron de la frontera, después de una carrera contra el tiempo, el jinete llegó por fin a su meta, el palacio real, después de pasar los controles de los guardias, se dirigió con paso firme pero exhausto ante los aposentos del rey, cuando los guardias abrieron encontró una pequeña sorpresa, el rey gozando con 6 jóvenes esclavas, el mensajero se puso pálido y se quedo como una estatua de mármol, el rey al verle soltó tal carcajada que sonaría por todo el palacio, después de "despedirse" de las jóvenes, el mensajero le entrego el mensaje a su rey, este al abrirlo con paciencia y delicadeza exclamo:
-Por fin, nuestro momento ha llegado.
El mensaje decía lo siguiente:
Alteza, el gobernante de Aria se ha alzado contra el Seleúcida, sus hombres han matado a los
embajadores sirios, le han declarado la guerra y ofrecen a toda Asia que se una a ellos en su contienda.
Este mensaje daba carta libre de una vez por todas a Bactria para poder expandirse en Asia sin tener que enfrentarse a su antiguo amo, ahora las satrapías se alzaban contra su señor dejando un gran trozo de Asia desprotegida ante Bactria.
Su principal objetivo serían sus vecinos de la estepa, Dahes que durante mucho tiempo habían agregido a Bactria con sus numerosas incursiones a territorio bactriano, ahora el recién formado ejército bactriano marchaba ante su capital para poner de rodillas a los sucios bárbaros y expandir la influencia de Bactria.
Los bárbaros sabían que tenían las de ganar, superaban ampliamente en proyectiles a los bactrianos y una carga directa diezmaría a las tropas bactrianas, por eso se decidió rodear la ciudad, en los flancos se encontrarían los montañeses bactrianos junto con los mercenarios escitas, al frente se encontraría el general con los regimientos de piqueros y los honderos.
La primera fase de la batalla sería la de hostigar, un buen hondero tenía más alcance que un arquero, por ello los honderos empezaron a castigar a los bárbaros con una lluvia de piedras capaces de abrir más de una cabeza bárbara, una vez que se acabaran las piedras, los mercenarios escitas hostigarian también, cuando too tipo de proyectil se acabo, los montañeses lanzaron su carga, en el punto máximo de la batalla, viendo que los montañeses no podrían por sí solos, el general envió a los piqueros, que convirtieron la batalla en una sangría.
Luego de varías horas de intensos combates la ciudad se rindió.
Después de la batalla, los bárbaros de Dahes habían sido borrados de la faz de la Tierra.
Ahora el próximo objetivo era asegurar el norte de posibles represalias por parte de los otros pueblos de la estepa, el primero de ellos, los corasmios.
Los corasmios eran un gran pueblo guerrero pero que con el paso de los años se fueron reblandeciendo y disminuyeron su área de influencia a su ciudad fortificada de Kath.
El general bactrio sabía que la toma de Kath no sería tan fácil como la de Amul, Kath estaba fortificada y tenía un gran número de defensores, para ello, se destino todo el oro del saqueo de Amul para construir armas de asedio que pudieran dar el punto a favor a los bactrianos en el asedio.
Después del paso del duro invierno, las tropas bactrianas marcharon sobre Kath con un gran entusiasmo, el ejército se había modificado dando a lugar a un ejército alejandrino; piqueros,honderos y las armas de asedio.
Cuando llegaron a la ciudad, les recibio el duro silencio que rápidamente fue reemplazado por el sonido de la artillería bactriana, hasta que al final de un duro bombardero, los defensores de la muralla y gran parte de ella se vinieron abajo.
Los imparables piqueros entraron en la ciudad siendo recibidos por una multitud de bárbaros que uno por uno fueron atravesados por sus picas, este hecho fue recordado como las "Picas de Kath"
La ciudad cayó a las pocas horas, pero la sorpresa de Bactria era que los corasmios no habían sido vencidos, se habían exiliado de su tierra y se dirigían hacía el pueblo de los Masagetas.
Los corasmios tenían intención de quedarse en Aktau, pero los masagetas no lo permitieron y una gran batalla se cernió sobre ellos resultando los masagetas como victoriosos y los coramios derrotados, sin un hogar,destruidos.
La reciente victoria de los masagetas sobre los corasmios había hecho que estos se reforzaran y desconfiaran de todos, antes de sufrir un ataque por parte de ellos, Bactria marcho con su ejército y puso en asedio a la población de Aktau.
Aktau no poseía las murallas de Kath, la artillería bactriana bombardeo sin descanso durante días a su población, al final se rindieron sin poder luchar.
Pero no todo había acabado, gran parte de los masagetas antes de rendirse prefirieron huir, al final consiguieron formar una confederación con otro pueblo de la estepa, dando a lugar a una nación hostil contra Bactria.