Introducción
A día de hoy la existencia humana en Tamriel se ve en peligro por las muchas amenazas que se obligada aguantar, las numerosas guerras entre todos ha dejado una visión de sangre y pérdidas por doquier, el último vestigio del firme poder y de la justicia se ve ahogado en un sombrío recuerdo de lo que era, el Imperio había pasado días mejores ahora solo era un tímido jugador que intentaba que sus últimos territorios no se le esfumaran de entre las manos, Skyrim acababa de proclamar su independencia, aunque los nórdicos siempre han sido leales al imperio su devoción a Talos es superior y ante las exigentes condiciones de la Gran Guerra el Imperio exhausto tuvo que aceptar a regañadientes no sin antes presentar la mayor de la resistencia ante el enemigo común del hombre, los Thalmor que hacía tiempo en la gran crisis de Oblivion obtuvieron el poder de la Isla de Estivalia, luego consolidaron su poder orquestando un exitoso golpe de estado en la nación cliente del Imperio, Bosque Valen, dando así a resurgir el Dominio de Aldmer, luego el silencio se apodero durante setenta largos años ese silencio se rompió cuando se aprovecharon del incidente de las dos lunas, Masser y Secunda en el año 98 de la Cuarta Era, los Thalmor se aprovecharon de los khajiitas que necesitaron de unos nuevos salvadores, los thalmor, así en poco tiempo el Imperio perdió Bosque Valen y Elsweyr, para cuando el emperador Tito Mede II se encontró al imperio enfermó que tuvo que luchar con garras y coraje de dragón contra el gran enemigo de la humanidad, pero como sabéis todos esa guerra nos lo quitó todo.
Una vida dura
Había nacido de una rara unión, mi padre era un veterano legionario que estaba destinado en Páramo del Martillo donde conoció a una guardia roja de la que se enamoro, contradiciendo a todo el mundo se casaron y se mudaron a una pequeña granja donde tuvieron a un hijo de nombre Tito (en honor al nuevo emperador del Imperio) y una niña de nombre Camila en honor a la madre, todo esto en el año 171, justo el año de la Gran Guerra, mi padre nos tuvo que abandonar, aunque se había retirado la llamada a las armas toco su sentido patriótico y se volvió a alistar al ejército imperial, durante todo el transcurso de la guerra, mi madre nos mantuvo protegidos a mi y a Camila en la casa de nuestro tío Valerio otro veterano imperial, uno de los pocos que estuvo de acuerdo en la boda de mi padre, mi tío me enseño a la poca edad todo lo relacionado con las armas, para sorpresa de todos un niño de 4 años (en el año 175) ya sabía empuñar armas de madera y lanzar simples pero dolorosas estocadas, pero una tarde todo cambió, la guerra había acabado pero padre no había llegado, pasaron días, meses hasta que un correo nos informo de su heroica muerte en la reconquista de la ciudad imperial, mi madre hecha pedazos no aguanto toda la presión y una noche todo ocurrió.
Era una noche fría pero la casa de Valerio era cómoda, se había licenciado con honores y el imperio al igual que a mi padre le concedió tierras que cultivar, mi tío lo aprovechó bien convirtiéndose en un hombre respetado y adinerado pero según lo que investigue mi tío deseaba a mi madre pero que por respeto a mi padre nunca se lo dijo.
Esa noche después de irnos a la cama, nuestra madre entró en nuestras habitaciones y nos beso en la frente intentado ser lo más sigilosa que pudiera, yo nunca conciliaba el sueño a la primera por lo que me enteré, una vez se fue mi madre a su dormitorio yo fui tras de ella para darle otro beso, he de admitir que en ese tiempo era un pequeño goloso y me pare antes en la cocina, pero después de alimentar a mi pequeño estómago reanude mi viaje, cuando entré en su cuarto, encontré a mi madre subida en un taburete, yo instintivamente la llame:
-¿Mami?
-¡Tito no!.-Dijo resbalándose del taburete y quedándose inmóvil levitando.
-¡Mami!.-Corrí hasta ella intentado subirle los pies, una lágrima me recorrió toda la mejilla, mi tito había entrado quedándose en estado de shock, corrió para levantarla y evitar que se ahogase pero fue demasiado tarde, luego descubrí que se había suicidado.
Luego de eso mi Valerio intento cuidarnos lo mejor posible, pero un veterano militar nunca es un buen sustituto aunque lo intentase, si la gente decía que las desgracias no venían solas estaban errando, Valerio era un seguidor de Talos y muy envidiado por las malas gentes, una advertencia a los Thalmor lo llevaron hasta él, fue condenado a morir en la horca, para nuestra desgracia no teníamos a nadie, las tierras de mi tío fueron regaladas a los que le traicionaron y yo tenía que cuidar de una niña sin ningún septim encima.
Espero que les guste, comenten y opinen!