NOTA ACLARATORIA: Llevo días y días investigando sobre historia, equipo, linajes y personajes del 1200, previos y posteriores. He leído mucho y me he perdido aún más pues no sólo nos separa de la época 813 años sino un montón de guerras y entropía que ha deshecho información y verdad. En estos días me he centrado en dos objetivos de información: El primero el séquito de Eleazar, sus caballeros y compañeros, cómo organizarlos, quienes son y cómo usarlos en la historia, son excelentes personajes secundarios, con un trasfondo histórico de primer orden, santos, héroes, aventureros por sí mismos que darían mucho juego en el AAR si los supiera usar bien. Al fin he conseguido organizar un séquito coherente, darles una mejor manera de unirse a Eleazar en sus aventuras, aunque tal vez debería haber hecho este trabajo a priori, ahora es tarde, pues los ya unidos no tienen ese trabajo de unión basándose en su origen geográfico. Investigar las vidas y logros de los 29 compañeros ha sido una amena aunque ardua tarea, nadie en el mundo, ni Emperadores ni reyes ha tenido jamás un séquito más importante e interesante que el que un jugador de Europe 1200 puede gozar. Por otro lado, el trabajo más peliagudo y que más horas me ha llevado es el de otorgar a Eleazar un background histórico preciso. Eso... Eso ha sido un infierno, pero he conseguido encajar a Eleazar el bastardo en la historia de Europa del siglo XIII... Con bastante gracia, ya iréis viendo, pues a Eleazar no le será facil ni sencillo obtener la verdad final de sus orígenes, aunque, no os quepa duda, lo conseguirá. Y ahora, os dejo pues con la continuación de la historia de nuestro héroe. Confío en que os guste y espero vuestros comentarios, ideas, aportes y sugerencias. Gracias por leerla.EL VIAJE A INGLATERRAHerido y débil, Eleazar se reponía en la capital de Otón IV, Slesvig, ciudad danesa arrebatada hacía pocos meses al enemigo antes de que ambos poderosos reinos firmasen una trégua. Sin poder entrenarse mientras se soldaban sus costillas rotas y se arreglaba su mandíbula partida, Eleazar se centraba en la gestión de su mesnada, sus negocios y su nuevo feudo. Pensaba ordenar la construcción de una casa solariega fortificada en Rathenow pero Nicollo Pollo se lo desaconsejó, recomendandole que en su lugar construyera un molino que mejorase al menos mínimamente la economía paupérrima de una aldea casi abandonada y en la que el hambre y la guerra habían hecho mella. Con el dinero de Eleazar se compraron nuevos aperos de labranza y se desbrozaron los campos abandonados más próximos, permitiendo vislumbrar en el futuro el retorno de campesinos y ganado a una aldea fantasmal.
Eleazar, repasando sus cuentas con Ibn Arabi y Nicollo Pollo, descubrió que la guerra contra el Reino de Sicilia le había reportado unas ganancias suficientes para invertir en nuevas empresas comerciales además de las que fundó en Milán, Génova y Venecia. Así que abrió una delegación de su imperio de importación de sedas de oriente y terciopelos asiáticos en Slesvig, con la intención de extender sus negocios para crear en ciudades cercanas del Imperio un núcleo de telares de lana y curtidurías de cuero nórdico que le mejorase las rentas. Por lo pronto dejó esa expansión para más adelante, pues la misión papal que Inocencio III le había encomendado no terminaba con el servicio como vasallo al Emperador Otón IV. Había otro poder en el Imperio: La casa Hohenstauffen, representada por Felipe II, enseñoreado de Swabia, al que ya había conocido Eleazar, que ansiaba también el trono. Pero la misión papal, mostrando así su apoyo a Otón, había limitado el poder del otro candidato a la Corona Imperial, así que las hostilidades habían sido paralizadas hasta que las fuerzas se reorganizasen y El Imperio volviera a poner en marcha su inmensa máquina bélica. Aprovechando la paz momentánea, con las treguas con Dinamarca al norte, la Bohemia rebelde al Este, los condados y ducados neerlandeses al Oeste y la liga Lombarda encabezando a las repúblicas marítimas italianas al sur, Eleazar podía realizar la segunda parte de su misión papal: Viajar a Inglaterra, llevar las órdenes papales al Rey de las Islas y, ya particularmente, buscar más información sobre sus orígenes pues, con permiso del Emperador Otón, Eleazar e Ibn Arabi habían estudiado los sistemas de cifra germanos y los registros familiares de los Prenderfast, así que podían al fin desencriptar el comienzo del diario secreto de Ramiro de Prenderfast, al menos hasta la parte en la que cambiaba el sistema de cifrado, lo cual les daba el siguiente texto:
Del Diario de Ramiro de Prenderfast
Así pues entregué el niño a la judía, la hija del cirujano que ayudó a nacer al chiquillo. Se llama Rebeca ibn Daud, hija del famoso doctor Abraham ibn Daud que le salvó la vida a mi dama. La joven Rebeca vive en la pequeña comunidad judía de Aberdeen, en el Reino de Escocia. Ella se encargará antes de regresar a su tierra de darle el bebé a un comerciante aragonés, un tal Lope Salazar que le esconderá de nuestros enemigos y de los asesinos a sueldo hasta que pueda volver a por él, de nuevo rico y en posesión de mis tierras y las de mi dama. Mientras tanto he enviado cartas al Santo Padre, mi querido y admirado amigo Inocencio di Segni, mi compañero de parranda, al que tantas veces llevé de putas en las callejuelas de Roma y Pisa. Él ha jurado cuidar de mi retoño y ayudarnos en lo que pueda, lo cual es una mierda, pues ambos sabemos el verdadero valor de su palabra y de su lengua torcida y viperina, pero es un amigo, así que espero algún bien de él. Me ha jurado que me ayudará a mantener el secreto, pues la vida de mi dama y mi único hijo peligran mientras no asegure nuestra posición y consiga defensas para mi causa. Al parecer, según Rebeca ibn Daud, Lope Salazar es el principal valedor económico de la casa de Barcelona, que reina en el Reino de Aragón. El hermano del rey, Ramón Berenguer IV, señor de Provenza y Montpellier, le debe inmensas sumas de dinero a Salazar, dinero que, obviamente, Salazar le debe a las casas de prestamistas judíos de Aragón, representados por el insigne doctor Abraham ibn Daud, el cual me debe la vida y tiene esperanzas puestas en nuestra amistad y en el éxito de mi empresa, lo cual le reportaría monopolios y prebendas de mis futuras tierras. Ramón Berenguer IV, hermano del rey, apadrinará, seguramente, a mi hijo cuando tenga edad de empuñar las armas... Si mis enemigos no intervienen y le descubren, temo que mi rastro no sea demasiado dificil de seguir, habida cuenta de los últimos sucesos. Todo queda pues atado y bien atado, el secreto, la cifra, la conspiración, la mentira, estas son mis armas y mis aliados. Yo partiré a Tierra Santa con los últimos refuerzos papales para unirme a Ricardo Corazón de León para obtener fortuna y gloria... Y apoyos para mis reinvindicaciones dinásticas. Mientras tanto sólo un reducido grupo de poderosos aliados debe saber mi verdadero nombre y mi verdadera sangre, pues en mi hijo se concentrarán herencias y feudos que mis enemigos dominan. Se enseñorean de mis tierras, explotan mis feudos, malditos hijosdeputa, pero nada puedo escribir, no me fio de esta cifra, es un encriptado muy pobre y sé que en Jerusalem hay expertos que me enseñarán a mejorarla y blindarla a las miradas indeseadas. Así pues nada más escribiré por el momento hasta tener el nuevo código en mi poder. Mis enemigos me pisan los talones, mi dama está segura, mi heredero... Mi pequeño Felipe está en, espero, buenas manos.Eleazar guardaba cama mientras con la ayuda de Ibn Arabi y Nicollo descifraba árduamente los textos con cifra Imperial. Estaba profundamente afectado por las rebelaciones, y el texto cifrado daba cuenta de los orígenes y linajes de los Prenderfast en el Imperio:
Los Prenderfast eran un Clan linajudo de sajones guerreros y gobernantes. En el siglo VII, el primer Prenderfast había tomado el Reino Juto de Kent, y desde ahí había extendido su dominio e influencia hasta ser nombrado Brytenwalda de Albión. Se dice que subyugó a Jutos y Bretones y que aliado con anglos y sajones llevó, durante el tiempo que tuvo el poder, la paz y la prosperidad a las Islas Británicas. Muerto joven, sus hijos no pudieron mantener unido sus vastos territorios, y los Prenderfast primogénitos heredaron durante los siglos siguientes las tierras de Kent, siendo siempre un Prenderfast el conde o el margrave de Essex o Sussex, luego Wessex, emparentando siempre con reyes y magnates, siendo Egberto Prenderfast uno de sus más famosos "reyes superiores".
Mientras tanto los Prenderfast sajones germanos caían bajo el dominio Franco de Carlomagno y veían arder sus árboles sagrados, los Prenderfast de Wessex eran de los primeros en adoptar el cristianismo y extenderlo por toda la vieja Britannia. Se sostuvieron en sus tronos, soportando invasiones danesas y vikingas, guerras intestinas y desastres hasta el 1066, en el que el Normando Guillermo, duque de Normandía, invadió y conquistó a los anglosajones su corona y su isla. Era la era de los Normandos, que conquistarían el norte de áfrica, el sur de Italia y muchos y variados principados y reinos en Tierra Santa.
Guillermo, el bastardo, venció a Haroldo II Prenderfast, último rey anglosajón de Inglaterra, en la famosa batalla de Hastings. anto Haroldo como Guillermo estaban emparentados con el rey anterior, Eduardo PRenderfast, el Confesor, que murió sin descendencia. Así nacía la Dinastía Normanda de Plantagenet, destronando por siempre a la dinastía Prenderfast, heredera de los mismísimos Pendragón. Pero según el diario encriptado de Ramiro de Prenderfast, datos que se pudieron contrastar con los archivos imperiales, los Prenderfast de sangre real no se extinguieron, sino que usando del secreto y la mentira pudieron llevar la sangre real sajona a sus tierras originales: A la sajonia germana, pues los hijos de Haroldo II perdieron sus tierras, pero no sus derechos. Incluso se sospecha que el mismo Haroldo, tuerto y vencido, sobrevivió a Hastings, de ahí el que Guillermo no devolviera a su madre el cuerpo de Haroldo a cambio del peso en oro del cuerpo, pues tras pasar dos años recuperándose de sus terribles heridas en Winchester, se exilió a la vieja Sajonia Germana y vivió el resto de sus días como un santo zenobita de nombre "Christian" mientras sus hijos emparentaban con los otros señores sajones, sin olvidar nunca sus orígenes, sin olvidar nunca la venganza contra los Normandos y el deseo de recuperar, algún día, el Trono de Inglaterra.
Cronología de los reyes de Kent, Wessex, Essex y Sussex:http://www.homar.org/genealog/v_europa_ii/rug03b.asp
El manuscrito terminaba mencionando a alguno de los más conocidos Prenderfast de Sajonia: Rodolfo de Rheinfelden, antepasado de Eleazar, o mejor dicho, de Felipe de Prenderfast.
Terminadas estas investigaciones, Eleazar, apenas recuperado, se embarcó con todos sus hombres hacia Escocia.
Llegada a costas escocesas:Sobornando y amenazando Eleazar consiguió la dirección de la Dama Rebeca ibn Daud. En su salón de estilo musulman lleno de sedas y cojines de terciopelo, con aromas de sándalo y pachulí, Lady Rebeca le permitió el acceso y le ordenó que se sentara a su lado, en un gran cojín en el suelo, rodeando un narguile del que salía el olor del opio.
"Eres la viva estampa de tu padre... Nadie puede negar que eres su hijo. Eleazar es el nombre que te puse. Aunque él te llamó Felipe. Eleazar eres ante Dios y los hombres, eso nadie me lo quitará. Como tampoco nadie te puede quitar la circuncisión que mi padre, el sabio Abraham, te hizo a petición mia. Mi marca, mi venganza, el recuerdo de que cuando fuiste un bebé fuiste mio como para controlar y manipular tu cuerpo. Podría haberte matado. Pero no... Yo amaba a tu padre infinitamente. Yo le amaba y compartimos mi lecho mil veces, pero su corazón era de otra. Tu madre... Aún la odio. Aún duelen los celos, pequeño Eleazar. Tu madre... ¿Quieres saber su nombre verdad? Está bien, tienes derecho a ello. Perdí todo lo que soñé tener junto a tu padre, Ramiro. Le ofrecí mi casa, hubiéramos sido felices recorriendo la península, comerciando, curando magnates cristianos o musulmanes, enriqueciéndonos y gozando de nuestros cuerpos. Pero la conoció a ella. Berenguela de Navarra, tu madre. Maldita sea tu madre. Ella le llenó la cabeza de sueños de feudos y coronas, de recuperar la herencia de tus abuelos paternos, de forjar un imperio, de que tú heredases bastos dominios, pero todo quedó en sueños. Ella quedó con un bombo y un matrimonio secreto que ofició el mismo Inocencio III, amigo de parrandas de tu padre, y él tuvo que acompañar a la cruzada a Tierra Santa, en busca de botín y gloria, de amigos poderosos, de principados y perdón. Y nunca más he sabido de él. Pero veo en tu cara pálida que quieres saber más. Berenguela, tu madre, es la hermana del recién fallecido Rey Sancho VII el Fuerte, de Navarra. Guapo mozo de más de dos metros de alto que ha perdido su reino en manos del demente y sádico rey de Castilla. Él ordenó que le cortaran la cabeza a tu tio Sancho y el resto de débiles nobles navarros fueron exiliados. Tu primo, el príncipe de Viana, desapareció, tal vez viva y luche contra ti por tus derechos. Pero a día de hoy tú, Eleazar, eres el único heredero del Reino de Navarra... O de Pamplona, según alcancen tus derechos. Pero cuando Castilla avanzó sobre el reino de tu tío tu madre decidió no esperar más a tu padre y se buscó un aliado poderoso: Se comprometió con Ricardo Corazón de León, Rey de Inglaterra, Duque de Normandía y de Aquitania. Y se fue a Tierra Santa a buscar a tu padre o al loco Inglés. Le daba igual uno u otro. Tu padrastro es Ricardo Corazón de León, muchacho, y sería importante si tu padre hubiera muerto, si tu madre fuera viuda y si Ricardo no hubiera muerto tontamente el año pasado. Pero así es. Tu padre vive, lo se bien. Aunque no sé dónde está ahora. Pero sí sé donde está tu madre, la viuda de Ricardo Plantagenet. La encontrarás en Normandía o Anjou. Las tierras que le legó tu padrastro muerto. Ella te contará más. Yo ya no quiero hablar más. Verte me recuerda el placer que tu padre me daba, pero tú sólo me das dolor. Él me penetraba con deseo. Tú me penetras con tu mirada angustiosa como una daga de llamas en mis entrañas. Vete ya, niño. Y no vuelvas. No vuelvas. No vuelvas..."
Berenguela de Navarra: La organización de la mesnada:Eleazar sentó su campamento en las afueras de Aberdeen, pues esperaba la llegada del legado papal en Inglaterra para que se pusiera a sus órdenes antes de ir al norte a realizar la importante misión en el Reino de las Islas. Así que se dispuso a ultimar los detalles de la organización de su mesnada, que como caballero con feudo, aunque sin castillo propio aún, era ya una potente unidad de 84 jinetes y escuderos a pie.
-1- Lugarteniente: Guillem de Montcada el Aragonés. Desde el principio Eleazar depositó su confianza en su primer compañero y lugarteniente.
Como
séquito especialista Eleazar eligió a 5 expertos:
-2- Médico/cirujano: Hildegarda von Bingen, la ex abadesa, sabia y visionaria, que se negaba a usar otra arma que no fuera una enorme porra, pues no quería matar, sólo dejar inconscientes a los enemigos.
-3- Intendente/Comerciante:Margueri Kempe, cocinera y Dama de llaves inglesa, experta en llevar el campamento, la impedimenta y la compra de avituallamientos.
-4- Jefe de heraldos y prisioneros/interrogador/saqueador: Paolo Barelli, el siciliano asesino y ladrón, experto en recuperar lo valioso del botín tras una batalla, y encargado de interrogar y vigilar a los prisioneros.
-5- Explorador/Viajero: Nicollo Pollo, experto organizador de viajes y caravanas, encargado de mapas e itinerarios y especialista en los desplazamientos de la mesnada.
y -6- Mayordomo/Secretario/ingeniero/táctico: Ibn Arabi, el sabio almoradí que era el jefe del campamento y responsable de estos cinco expertos y sus ayudantes.
La tropa se dividió en
5 escuadrones con un responsable a cargo de cada tropa:
-7- Sargento de la Infantería: Holger Danske, el danés. Que era el abanderado de la mesnada y que en batalla combatía a pie. También era el guardaespaldas de Eleazar cuando entraba en ciudades, aldeas y castillos, pues Eleazar no quería repetir nunca más las heridas sufridas en su llegada a su nuevo feudo germano.
-8- Magister equitum o Jefe de la Caballería Pesada: Lothar von Eulangen, poderoso caballero germano muy experimentado que mandaba a los pocos caballeros que seguían a Eleazar.
-9- Jefe de la guardia:Roger Godberg, el guardia inglés se encargaba de mandar a las milicias ciudadanas que defendían los campamentos y en batalla se posicionaban a retaguardia de la mesnada.
-10- Jefe de Arqueros: Guillermo Tell, el suizo, comandaba la unidad de arqueros y ballesteros, que a día de hoy era muy pequeña pero que pronto crecería.
y -11- Jefe de mercenarios/maestro de armas: Dobryniya Nikitich, el ruso experto en idiomas, que se encargaba de tratar con todas las tropas extranjeras al servicio de Eleazar. Además era el jefe de entrenadores, encargándose de dirigir la formación de las nuevas incorporaciones a la mesnada.
A este núcleo de 11 compañeros se unían
9 ayudantes y especialistas:
Bajo el mando del
magister equitum había
tres pequeñas unidades:
-12- unidad de caballería ibérica: Trueno comandaba a los pocos caballeros aragoneses y castellanos que servían en la unidad de Lothar.
-13- Explorador, jefe de los monteros a caballo: Koroghlu, el jinete de la estepa, dirigía a una unidad de exploradores que avanzaba por delante de la mesnada explorando, buscando rastros y evitando emboscadas.
-14- Cetrero mayor, jefe de cazadores:Bogdan, el bastardo búlgaro bogomilo, dirigía a la caballería ligera encargada de obtener caza y aprovisionarse en terreno abierto. Junto con Koroghlu dirigían la vanguardia.
Bajo el mando de Ibn Arabi, el
jefe del campamento, había
6 ayudantes:
-15- Mago/alquimista, ayudante del cirujano:Eustache el monje, que estudio el Arte en Toledo, ayudaba a Hildegarda en tareas médicas preparando unguentos y bebedizos.
-16- Capellán militar, ayudante del secretario:Franchesco de Asís, cuya formación religiosa le permitía encargarse de la salud de las almas de la mesnada, también ayudaba a Ibn Arabi en tareas de ingeniería, construcción de campamentos y diseño de carros para la impedimenta.
-17- Cocinera, ayudante de la jefa del campamento: Eteriani, la doncella georgiana, ayudaba a Margeri Kempe en sus tareas de organizar, alimentar y cuidar del campamento y sus suministros. También era la jefa de las
lavanderas, cuya asistencia era vital para la buena marcha de la mesnada.
-18, 19 y 20- Heraldos, mensajeros y embajadores: Raimbaut, Blondel y Roland, los tres caballeros franceses, servían bajo la responsabilidad de Paolo Barelli en las tareas de corte y mensajes, representación y embajadas.
Además, bajo el mando directo del lugarteniente Guillem de Montcada, había 3 poderosos caballeros y escoltas:
-21, 22 y 23- Escoltas en batalla de Eleazar:Basileos Akritas, el griego. Que también ayudaba a entrenar a los caballeros en el uso de la lanza.
Roger Rikach, el Polaco. Experto en reclutar novatos para la mesnada.
Y Fulk Fitzwarin, el caballero desheredado inglés, que era un magnífico experto en armas a dos manos.
Así quedan repartidos los compañeros en tres grupos:
-1- Teniente y Escolta: Guillem, Basileos, Roger, y Fulk. Siempre al Lado de Eleazar. (4 hombres)
-2- Jefes militares, al mando de Lothar: Holger, Roger Godberg, Guillermo Tell y Dobryniya. Ayudados por Trueno, Koroghlu y Bogdan. (8 hombres)
-3- El campamento, al mando de Ibn Arabi: Hildegarda, Paolo Barelli, Margueri Kempe y Nicollo Pollo. Ayudados por Eustache, Franchesco, Eteriani, Raimbaut, Blondel y Roland. Siempre en retaguardia. (11 hombres)
Con la mesnada organizada a gusto de Eleazar esperaron al enviado papal entrenando y practicando.
A los pocos días se presentó en el recién organizado campamento de Eleazar el enviado papal, Astolfo de Benvento. Un aventurero siciliano que había servido como embajador en las cortes del Emperador Enrique y estaba al servicio del papa. Le escoltaban cuatro poderosos guerreros:
Arn de Gothia era un alto y fuerte caballero templario que servía de escolta a Astolfo.
Robin Hood era un arquero inglés que se había unido a Astolfo cuando atravesó el bosque de Sherwood y de esta manera ponía tierra de por medio de su perseguidor, el malvado Sheriff de Nothingham.
Selomon era un alto guerrero nubio del sur de Egipto que había sido embajador ante el Emperador Bizantino. Ahora ayudaba y escoltaba la delegación de Astolfo.
Y el último era Valkadin Glog, un caza-vampiros búlgaro, experto exorcista papal, necesario para confirmar si el Rey de las Islas estaba, como había sido acusado, dominado por el Maligno.
Estos cinco héroes se pusieron al mando de Eleazar y le entregaron las instrucciones y detalles de su misión a nuestro héroe. Rápidamente, según sus características, Eleazar ordenó a Arn que formase parte de su escolta personal, al hábil cortesano Astolfo le puso al mando de los tres heraldos franceses; Raimbaut, Blondel y Roland. A Robin Hood se le asignó al mando de Guillermo Tell, para que juntos coordinasen las tropas de proyectiles de arqueros y ballesteros. A Valkadin le puso Eleazar bajo las órdenes de Dobryniya, para que juntos se encargasen de gestionar y mandar las tropas mercenarias, uno los jinetes y otro los infantes. Y a Selomon puso Eleazar al mando de la caballería Tuareg. Y en general al mando de toda tropa musulmana que siguiese a la mesnada de Eleazar. De tal forma que la organización de la mesnada quedó así:
-1- Teniente y Escolta: Guillem, Basileos, Roger, Arn y Fulk. Siempre al Lado de Eleazar. (5 hombres)
-2- Jefes militares, al mando de Lothar: Holger, Roger Godberg, Guillermo Tell y Dobryniya. Ayudados por Trueno, Selomon, Robin Hood, Koroghlu, Valkadyn y Bogdan. (11 hombres)
-3- El campamento, al mando de Ibn Arabi: Hildegarda, Paolo Barelli, Margueri Kempe, Nicollo Pollo y Astolfo (jefe de la diplomacia). Ayudados por Eustache, Franchesco, Eteriani, Raimbaut, Blondel y Roland. Siempre en retaguardia. (12 hombres)
Las órdenes papales eran claras: El Rey Donnchadh mac Dubhghail (o Duncan, hijo de Dougall), soberano del reino de las Islas, recientemente escindido del Reino de Mann, de sangre noruega e irlandesa, había recientemente abandonado la religión cristiana, haciendo notoria su vuelta al paganismo druídico. Su reino, extendido por docenas de islas como las Hébridas, estaba actualmente en guerra contra su viejo señorío de Mann y contra los cristianos del Reino de Escocia. La embajada papal, al mando de Eleazar, debía ordenar a Duncan volver al seno de la iglesia o perecer.
Luciendo los colores de las tierras sajonas, Eleazar, aconsejado por Astolfo, el jefe de la diplomacia de nuestro héroe que le hacía de traductor, comenzó la embajada papal. Duncan, el rey, sorprendió a Eleazar con sus declaraciones:
"Mi buen caballero, mi Clan siempre se ha balanceado entre el cristianismo y la religión de nuestros ancestros, sin embargo hace menos de un año llegó un sabio a mi corte, de lengua hábil y luenga barba blanca, me convenció para volver al paganismo original, yo y mis lores le seguimos, pues nos parecía razonable seguir a nuestra sangre vikinga y celta, nuestras raíces irlandesas y de las tierras altas, así que le di permiso para crear una comunidad druídica, y todo parecía ir bien hasta que llegaron a mis oídos noticias de sacrificios humanos, de quema de mis aldeas que preferían mantenerse cristianas y de violaciones rituales de vírgenes en solsticios y fiestas señaladas. Entonces yo y mis lores vimos el error de abandonar el seno de la Iglesia, pero no tenemos fuerza ni tiempo para llevar a cabo la limpieza de la herejía sangrienta que, como sanguijuelas, mina nuestra autoridad, pues mis clanes luchan contra Escocia y Mann, y nuestros Drakkars están lejos llevando al grueso de nuestras fuerzas al cálido sur".
Eleazar no lo dudó, respondiendo: "Majestad, permitid que mis tropas papales limpien de herejía vuestras tierras, firmad este documento papal con vuestra marca, en el que juráis poner vuestra corona bajo la protección del papado y yo me encargaré de exterminar el paganismo demoniaco de vuestras tierras". Y Duncan firmó con una cruz y el dibujo de un drakkar estilizado el documento, regalando a Eleazar una prenda típica de las tierras altas que gobernaba y un enorme hacha enastada de poderoso filo y el mejor roble milenario de las tierras vikingas como muestra de agradecimiento y apoyo.
De inmediato, con el experto cazador de vampiros Valkadin a la cabeza, la mesnada llegó a la zona donde el culto sangriento druídico había sembrado el terror. No les hizo falta mucho, pues las cabezas con capuchas monacales que adornaban la entrada de la aldea, con sus crucifijos clavados en sus ojos indicaban claramente lo que ahí sucedía. Eleazar ordenó el exterminio de todos los infieles.
La batalla fue dura, los fanáticos druidas, armados con guadañas y hoces de bronce, los sicarios y fanáticos guerreros de pieles desnudas pintados de azul, las salvajes mujeres chillando mientras se arrojaban a los pies de la caballería de Eleazar, no se rindieron ni pidieron cuartel. Hasta el último hombre, mujer y niño de la comunidad druídica hubieron de ser exterminados. Y la zona fue presa de las llamas purificadoras mientras el capellán de la compañía, Franchesco de Asís, bendecía a los muertos y las tropas bereberes y tuaregs de Eleazar les daban sepultura en una fosa común. El Reino de las Islas estaba al fin libre del error y de nuevo bajo el benigno dominio de la Iglesia de Roma, como debía ser.
Cumplida la misión Eleazar decidió volver al Imperio por el camino terrestre, recorriendo de norte a sur toda Inglaterra. En Nottingham, las tierras de Robin Hood y Roger Godberg, Eleazar compró el perdón del Sheriff a cambio de la pena de destierro vitalicio para ambos proscritos de Sherwood. Esto satisfizo a nuestro héroe, aunque Robin y Roger soñaban con regresar a Nottingham al mando de legiones invasoras que echasen al malvado príncipe Juan Sin Tierra. Pero eso no pasaría hoy. En la ciudad iba a llevarse a cabo un torneo. Lo cual, siendo Eleazar un caballero recién elevado a su categoría, le atrajo y no le llevó mucho tiempo contactar con uno de los equipos de caballería que se disponían a justar.
Estrenando las nuevas ropas que el Rey de las Islas le había regalado, Eleazar justó en el equipo Tolosano en Nottingham, permitiendo que su nuevo equipo avanzase y venciese las tres rondas de combates contra otros equipos franceses e ingleses. El premio, la inmensa suma de 16.000 monedas, permitiría a Eleazar renovar su equipo y el de sus hombres, contratar nuevas incorporaciones y montar negocios de su imperio textil en expansión en Londres y Nottingham cuyas rentas permitirían en el futuro aumentar más la hueste eleazarina.
Tras el éxito, el jefe del equipo de caballeros tolosanos invitó a Eleazar a reunirse de nuevo con ellos en Bourges, en pleno centro de los dominios de Francia, al sur de Lyon y Paris. Eleazar prometió que, si sus deberes se lo permitían, acudiría a participar junto a ellos.
Sin embargo malas noticias llegaban del Sacro Imperio Romano. Las tropas germanas debían acudir a la defensa de su frente occidental, pues el ducado de Bravante había desafiado al Emperador y se había rebelado en armas en su contra. Esto motivó a Otón IV a hacer una tregua contra el reino de Bohemia para centrarse en el frente oeste del Imperio. Así que Eleazar se apresuró a embarcar a su mesnada en una galera que partiendo de Londres le dejaría en costas francesas, lo cual, si le daba tiempo, le permitiría tanto asistir al torneo de Bourges como atacar Bravante por su retaguardia.
"¡Embarcad, muchachos, decid adios por ahora a la pérfida albión! ¡Vamos a Francia, a Francia he dicho, a beber vino y a descalabrar gabachos! ¡Embarcad, muchachos, embarcad!"
[Próximo capítulo: Francia y el torneo de Bourges]