Me parece interesante todo eso de la riqueza del idioma, de hecho tengo un anécdota:
Un amigo de Barranquilla vive en Argentina; en la costa caribe colombiana nosotros usamos la palabra "halar" para referirnos a tirar de algo, aunque en realidad decimos "jalar" y en algunas partes se suprime la "r" y se acentúa fuertemente en la "a" quedando como "jalá". El punto es que algo se había descompuesto de un vehículo, y varias personas, entre ellos él se encontraban tratando de ayudar a arreglarlo, cuando el dueño del vehículo toma algo que estaba atorado mi amigo empieza a decir "¡jalala! ¡jalala! Tienes que jalá esa vaina" y todos se quedaron mudos y quietos mirando a mi amigo con un "¿Qué diablos?" pintado en sus rostros.
Un amigo de Barranquilla vive en Argentina; en la costa caribe colombiana nosotros usamos la palabra "halar" para referirnos a tirar de algo, aunque en realidad decimos "jalar" y en algunas partes se suprime la "r" y se acentúa fuertemente en la "a" quedando como "jalá". El punto es que algo se había descompuesto de un vehículo, y varias personas, entre ellos él se encontraban tratando de ayudar a arreglarlo, cuando el dueño del vehículo toma algo que estaba atorado mi amigo empieza a decir "¡jalala! ¡jalala! Tienes que jalá esa vaina" y todos se quedaron mudos y quietos mirando a mi amigo con un "¿Qué diablos?" pintado en sus rostros.