Reinos Renacientes

Este juicio hecho a toda prisa, sin denuncia previa en las oficinas sustituyendo la labor del fiscal... una tontería por las manías de tres hermanas de Zaragoza. 


El señor que ha adquirido los productos es Wolfweim, los ha adquirido con días de diferencia, uno el 22, otro el 24 y un tercero el 25. Inmediatamente se han visto en el mercado de nuevo más caro. Hablamos de un delito de especulación y seguro que no le voy a ver enjuiciado. Este juicio es para acusar a alguien de estafa, pues de estafa no hay nada en vender unos productos tan barato. 

Soy un humilde comerciante que quiere volver a casa. Con el dinero de las ventas lo he invertido en una espada, por lo que el dinero se queda en vuestro reino. 

Hoy salgo del reino, así que dejo de testigo a la CdC a ver que puede decir.

(por cierto buen alegato)

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Señoria, buenas tardes, soy Kayn de Urrea alcalde de Zaragoza, figuro en este juicio como acusacion pero lo soy de forma accidental. Me explico.

Recibi carta de la prefecto de mariscales, la señorita rouse, sobre el delito mencionado. REvise la ley que citaba y las pruebas y pregunte porque no se habia contactado con el fiscal. me dijo que el fiscal no tenia oficinas y que habia riesgo de huida del acusado. Poro lo tanto hice la funcion de fiscal y eleve la denuncia tras revisar las pruebas, como en otras ocasiones en las cuales no sepudo elevar una denuncia urgente por falta de oficinas, procedi a elevarla desde el ayuntamiento. Sin mas implicacion que esa en el caso.

Por lo tanto he llamado como testigos a Rouse y Wolfweim que son los implicados en el caso.                                                           

Antes de salir de esta sala contestare a las preguntas de la Comisario de comercio, que en este caso defiende al acusado.                    

   No, no existe en el tablon de anuncios del ayuntamiento referencia a las leyes del reino, como el resto de ayuntamientos son recomendaciones y pautas de caracter general para la villa.             Segundo, no he tenido personalmente vivencias parecidas, pues antes de actuar intento leer la ley del reino, o preguntar. Ya conoce la coletilla "es desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento"

Nada mas que añadir señoria.

Y se despidio saludando a los presentes.                                                                                                                                      

Último alegato de la defensa.                                                                 

    FRP- Nulo debería quedar el juicio. Por el simple hecho de que se ha denunciado y atacado a mi personaje desde unas cosas escritas en mi ficha, en el apartado FRP. Y esto es el IG / RP. La acusación llama a un personaje que esta especulando en el mercado y nadie dice nada... Este reino es gracioso, todos lo son, no sabéis jugar a un juego de rol.                                                         Si he vendido, no solo un taburete, candela o lo que sea lo otro. Hace unos meses, bajo otra identidad he vendido muchos más productos y nadie dijo nada y las leyes no han cambiado, y Rouse ya hizo la vista gorda*, Rouse, el mismo alcalde que esta hoy día, todo el mundo me dijo... Aquí en Zaragoza hay libre comercio. Hoy no, sin cambio de leyes no existe el libre comercio para extranjeros. Digo yo que el apartamento contará para algo.                                                            No tenia yo pendiente actuar con mi oficio en Aragon, pero no me vais a dejar de otra como en este juicio salga culpable.                                                         

*FRP de nuevo, porque en mi ficha no se hacia mención al bandidaje.

                                                                                                                        

La defensa ha llamado a Rosabelle al estrado                                                       

Este es su testimonio:

( Rosabelle llegó con cierto cansancio al estrado, habían corrido rumores de lo sucedido en Zaragoza con el comerciante que tan amablemente había ofrecido sus productos y mostrado la voluntad de ayudar al Reino de Aragón. Al entrad saludó con un gesto sutil de cabeza a los presentes)

Señoría....alcalde, acusado....... buenas tardes.


Se me ha citado a declarar en calidad de Comisario de Comercio para testificar sobre si ha habido un permiso o no para la venta de productos en nuestros mercados, aquí me tenéis...
En primer lugar quiero preguntaros si en el tablón de anuncios de Zaragoza existe alguna advertencia de la prohibición para los extranjeros de vender sus mercancías.
Segundo, voy a preguntaros si no os ocurrió alguna vez algo similar estando de viaje en otro territorio...he de confesaros que a mi si y en dos ocasiones; por desconocimiento de la legislación vigente en tierras extranjeras tuve ciertos problemas con las alcaldías al vender mi madera.
Tercero, la única misiva que he recibido del acusado fue para ofrecerme productos para el Reino y aun estaba a la espera de una respuesta del Consejo que no he tenido tiempo a redactar.

Aunque según nuestras leyes el vender sin autorización del Comisario de Comercio se considera un delito menor ( estafa) para un extranjero, intuyo que es más por ignorancia que por intención. 

Aporto como prueba solamente una carta privada del mercader Soth_pucela que si el acusado está de acuerdo enseñaré al tribunal.

                                                                                                  

 La acusación ha llamado a Rouse al estrado                                                         

  Este es su testimonio:

<La Prefecto entró en la sala del Tribunal ejerciendo su cargo de Teniente, hizo un gesto de saludo a su Señoría, al Alcalde y a las demás personas llamadas a declarar.

Subió a su puesto y lanzo una mirada de cortesía al acusado>

-Buenos días, vengo a dar mi aporte a este juicio.

-Como Teniente de la Comisaría de Zaragoza soy la encargada de hacer valer las diferentes leyes del Reino en la ciudad. Además como consejera un día vi en el Castillo del Reino que habían propuesto una venta al consejo, venta que fue declinada.

Entonces me llegaron las pruebas presentadas en el juicio, pruebas en las que se ve como el acusado vende una serie de productos a particulares, por cierto a un sospechoso bajo precio.

Entonces revisé la Oficina del C.D.C y vi que no le habían otorgado el permiso de venta en el Reino como se define en la expuesta Ley Foral de Comercio.

En una línea paralela a mis investigaciones el acusado solicitó mis servicios de sastre para que le elaborara un escudo, me negué por motivos externos a este caso y él me mando varias cartas solicitándomelo. En una de ellas le advertí que estaba investigando sus ventas y al día siguiente apareció en Calatayud.

Ante su viaje de vuelta a casa me comuniqué con el alcalde de Zaragoza, Kayn de Urrea, ambos ante la falta de puntos para la oficina del Fiscal decidimos esperar hasta ultima hora para elevar la denuncia por si el Fiscal se podía ocupar. Al final la denuncia la elevo el alcalde.

Supongo que la Comisario de Comercio al ver a un honorable mercader piensa que vino a ayudar al Reino, yo solo veo a un extranjero con un pasado y quien sabe si presente turbio que vino a vender al Reino una serie de productos fruto de herreros, sastres y demás oficios a un precio muy bajo, dando sospechas y competencia desleal a los artesanos maños.
Además como ha dicho el alcalde al haber sufrido ella las leyes de otro reinos al ser ella extranjera en ellos, debería haber puesto al tanto de las leyes que nos sabemos todos al acusado.

Y eso es toda la información que manejo, el acusado al ser extranjero debía pedir permiso a la Comisaria de Comercio para vender sus productos en el mercado, eso no se hizo y se elevo esta denuncia ante su Señoría.

Estoy a disposición de la justicia para todo lo que se me requiera.

<Tras decir esto busco su asiento en el público>

Había llegado su hora, su momento de gloria. Por fin podría demostrar ante todos su potencial. Escuchó las trompetas, era su turno. Se levantó del banco en el que aguardaba pacientemente y caminó hacia la arena. El espectáculo iba a ser grandioso. La muchedumbre aclamaba sangre y él se la concedería. Se impondría o moriría.

Miró a los ojos a su rival durante unos segundos, desenvainó su espada y se lanzó contra él. Fue un épico combate. A cada cruce de espadas, decenas de chispas surgían de los duros hierros y se consumían sobre la tierra. Finalmente, su rival cayó con una profunda cuchillada en la pierna. Wolfweim era el vencedor; sólo quedaba un último golpe mortal. Levantó su espada sobre la cabeza de su derrotado enemigo, dispuesto a acabar con su vida, pero entonces...

"SEÑOR WOLFWEIM, POR TERCERA VEZ, SUBA A DECLARAR INMEDIATAMENTE", gritó una voz desde algún lugar de la habitación.

''¡La madre de (...)! Otra vez que me quedo dormido. Voy a tener que pedirle al boticario alguna de esas setas 'guays' que tiene, a ver si se me pasa esta modorra que me entra cada vez que asisto a un acto público'', masculló para sí.

Entonces, volviéndose hacia su compañera y con una mano sobre el corazón, le dijo en voz alta: "Lo siento, amada mía, ha llegado el momento de separarnos. Sé que nuestra relación ha sido fugaz, mas cada segundo en que has sido mía me ha convertido en el ser más dichoso. Sin ti no tendría fuerzas para salir al estrado, pues tengo por seguro de que estando sobrio ya hubiera muerto, golpeado por alguna majadería que se han soltado por esta sala, antes de haber caído dormido escuchando la bella voz de mi adorada Rouse. Pero, ¡oh!, ¡dame un último aliento! Deja que mis labios prueben por última vez tu incomparable néctar y que me dé la entereza suficiente para enfrentarme a mil demonios y salir victorioso" 

Y, apurando de un trago lo que le quedaba de cerveza, se levantó y lanzó el recipiente a tomar por saco a una de las esquinas vacías de la sala.

Marchó caminando todo lo recto que pudo hasta donde le indicaron que tenía que declarar y, previamente habiéndose limpiado la boca con la manga, se dirigió a la Señora Jueza:

''Con la venia, Señorita... ¿o era Señoría? Sí, sí, era Señoría. Pues con la venia, Señoría. Me presentaré: Soy Don Wolfweim de Berna, sin más. Siento no poder presentarme con más títulos, pero es que se los ha quedado todos otra mujer de otro de los juicios en curso.

Pues bien, según creo, estoy aquí para testificar sobre las ventas, aparentemente ilegales, del señor Soth. Sin embargo, nunca hubiera creído que lo que realmente me iba a impactar fueran las declaraciones de la Comisaria de Comercio del reino, Rosabelle, que, por algún misterioso y alucinante motivo, habla en defensa del acusado.

La verdad es que yo no conozco mucho a Rosabelle; no más de un par de días en la taberna, pero la consideraba -y espero poder seguir considerándola- una mujer capaz. Pero, desde luego, con esta intervención se ha cubierto de gloria.

Osease, resumiendo los hechos, nos viene un tipo extranjero, que presume de ser un ladrón [en su ficha mismo se puede ver como tiene sus robos colocados, el último de ellos el día 16 de febrero, justo antes de llegar a Aragón], y coloca en el mercado productos, algunos de los cuales a casi la mitad de su precio, que se podría estar casi al cien por cien seguro de que los ha robado, pues ni siquiera tiene un oficio donde crearlos y es más que improbable que los haya conseguido legalmente de alguna forma con la que le compense venderlos a ese precio. Y además, para algunos, según me han contado diversas personas, y entre los que, al parecer, se encuentra la Comisaria de Comercio, es lamentable que se le haya abierto juicio.

Pero, ¿sabe lo que es lamentable? Lamentable es que paguemos los aragoneses cerca de 50 escudos mensuales en impuestos para levantar el reino, que ha habido veces que incluso más, que nos hayan puesto en Zaragoza impuestos en los contratos, que en el mercado no haya ningún producto que no este gravado, que vaya yo u otro ciudadano al mercado a vender sus productos, después de lo que le pagamos al ayuntamiento y al reino por tener el taller (y, dicho sea de paso, así no me es rentable), que no los compre nadie porque a la gente le cuesta ahorrar lo indecible y que, entonces, venga un tío de Castilla, venda los objetos que le da la gana al precio que le da la gana y sin permiso y quite a los vendedores los pocos clientes que tenían. 

Y lo mejor es que viene la Comisaria de Comercio, a quien se pasó decirle al acusado que necesitaba permisos para vender, ya sea por descuido o porque no tenía ni idea de las leyes, y, en vez de entonar el ''mea culpa'', que es lo que correspondería en este caso, diga: '''Oh, pobrecito, que malos sois todos por haber enjuiciado a este buen samaritano. Toma una galletita antes de salir de Aragón, que atracar con el estómago vacío hace pupa''.

¿Pero qué cachondeo es éste? Es que se me revuelve el alcohol en las tripas con sólo pensar en sus palabras.

Dice en primer lugar que si ponía que debía pedir permisos en el tablón de Zaragoza. ¿Qué tontería es esa? ¿Es que hay que poner en cada ayuntamiento todo la retahíla de leyes de Aragón para que no la líen los consejeros? ¡Vamos, hombre, decir eso cuando era ella la que le tenía que haber avisado desde un primer momento ya es pasarse de hipocresía!

Estar en el gobierno significa ser imparcial. Yo, estando fuera del consejo puedo opinar sobre lo que me parecen las leyes. Ella no, y menos públicamente. Yo puedo ponerme de parte de un acusado que ha cometido un delito. Ella no. Yo puedo no decir a un extranjero que tiene que pedir permisos para vender. Ella no. Son ligeras diferencias que distinguen a una persona normal de una persona metida en política.

Si se equivoca, pues vale, no pasa nada, todos tenemos derecho a errar. Pero lo que no se puede es abusar del derecho. Salir dando a entender que no pasa nada por cometer un delito y que los demás son malos o exagerados -o lo que sea- por hacer cumplir la ley me resulta una falta de respeto total. En primer lugar a Rouse y Kayn, que son quienes han llevado a cabo la denuncia, y en segundo lugar a todo los aragoneses que pagamos como cornudos nuestros impuestos, cumplimos las leyes de Aragón y estamos viendo como se quiere que no se condene a un extranjero, por dios sabe qué.

Ya lamento si soy duro con mis palabras, pero ya han ocurrido bastantes injusticias en el reino, las cuales he sufrido, desgraciadamente, de primera mano, como para que venga una comisaria a defender a uno que dice no saber que tenía que pedir permisos de venta, cuando desde siempre, fuera quien fuera el acusado, todo juez que se precie ha tenido que tener muy presente que ''la ignorancia de una ley no exime de su cumplimiento'', como ya ha indicado Kayn.

Y termino ya, señoría, aclarando que, quitando lo dicho en esta intervención, no tengo nada en contra de la señora Rosabelle, al contrario, he estado en su lista de gobierno y lo volvería a estar, me que ella y sus compañeros de partido están haciendo una gran labor, pero me toca los... la fibra sensible, por así decirlo, que, estando en el cargo que está, salga con esas declaraciones tan tan tan desafortunadas.

Espero que sepa ella disculparme si en algo la he ofendido y que se tome mis palabras como una crítica constructiva y no como un ataque, pues no es mi intención, ni lo será nunca, criticar a aquellos que trabajan por el reino de Aragón. Yo también fui en su día Comisario de Comercio y sé buenamente cuán ardua puede llegar a hacerse esa tarea y es de entender que se le pudiera pasar avisar al señor Soth de sus obligaciones como extranjero.

Sin más, marcho, Señoría, pues de tanto hablar se me ha bajado la cerveza al bajo vientre y me urge sobremanera despedirla, a ser posible, fuera de la sala".