Todo comenzó el día 25 de julio del año 712 la guerra seguía azotando las bastas tierras Calradia, los reyes y sus señores se disputan el trono dividido desde hace muchos años con sus razones y ambiciones sometiendo a todos aquellos que se interpongan a su supuesta legitimidad ante el trono de Calradia. Pero esto tiene poca importancia hoy pues la calamidad que me toca vivir ante mis ojos no se puede decir que esta sea una lucha justa en ningún aspecto, ver volar las cenizas del pueblo al que alguna vez pertenecí era desgarrador. El fuego consumía lo poco que quedaba de este los cadáveres calcinados teñían el suelo de negro y levantaban un aroma que quebraría hasta el hombre mas fuerte.
Sabiendo que mi vida en este pueblo había terminado, decidí salir del territorio para probar mi suerte… fuera de las fronteras de Calradia puedo asegurar solo hay un mundo de desesperación y dolor. El aire pesado, el suelo quemado e infértil se desquebrajaba por el calor sofocante y las tierras del norte azotadas por el frió parecía que el calor jamás llegara a ese lugar. Los 5 años que viví fuera me hicieron pensar y razonar si había tomado la decisión correcta al abandonar la única tierra que conocía.
En mi estadía fuera padecí cientos de ataques de bandidos muchas veces me había quedado sin nada y tuve que volver a comenzar, hasta que me quedo en claro “solo los mas fuertes sobreviven” así fue que entrene día a día para sobrevivir. Y a cada bandido que se interpusiera en mi camino le dejaba en claro su error. Los muertos quedaban detrás sirviendo de comida para los cuervos que andaban revoloteando en busca de carne fresca. Desde ese momento supe que no volvería a ser el mismo hombre, deje de lado mi humanidad tan solo para sobrevivir me había vuelto lo mismo que arrazo con mi aldea en un principio… tiempo después y habiéndome ganado el sobrenombre de Cuervo solitario tome la decisión de dejar esas tierras sin códigos para volver a mi nación una vez mas. Volver a Calradia me resulto raro a pensar había nacido en estas tierras llenas de caos y que luego de abandonarla diciendo que no volvería termine volviendo….
Pero ya estaba echo estaba nuevamente de regreso y ahora cumpliría otro siclo aquí, estoy vagando sin rumbo por los bastos campos verdes, su inmenso desierto, y sus montañas nevadas… parando en los pueblos y ciudades, en cada taberna que entraba preguntando si había habido algún cambio en este tiempo de ausencia y sin haber conseguido ningún dato esperanzador continuaba mi viaje solitario, algunas veces vi los campos minados de cadáveres en el suelo de una resiente batalla o masacre. Viaje con comerciantes como manera de subsistir protegiéndoles de los bandidos.
Esa fue mi vida durante un tiempo, hasta que llego información a mis odios sobre el responsable de la masacre de mi pueblo. Segado por la rabia de saber que el criminal de esa masacre estaba libre y vivía su vida sin remordimientos tome la decisión de hacer justicia por mano propia sin temer cualquier reprimenda si fuera necesario. Indagando mas profundamente llegue a la información de que había sido un noble rebelde el responsable que tenia en su poder un castillo y realizaba encargos para distintos reyes, en si solo era un mercenario que ofrecía su espada al mejor postor.
Me encamine tomando fuertemente la empuñadura de mi espada mientras caminaba hacia donde estaba este noble mercenario lleno de odio, a mi paso los cuervos parecían saber que pronto habría una masacre y deseosos de conseguir alimento volaban sobre mí chillando y aleteando, sus plumas caían delante de mi camino dejando el suelo cubierto de negro, puedo asegurar que en esos momentos había perdido contacto completo de mi humanidad. Segado por la furia mis ojos solo reflejaban que quería la muerte de ese noble en este instante. No fue que estaba expectante de este deseo hasta estar cerca de las puertas de su castillo.
Los guardias en sus muros me señalaron mirando como un solo hombre desenvainaba su espada a lo lejos, el supuesto noble se presento en la muralla riendo de mi que avanzaba a paso lento hacia el, ordeno un ataque de sus arqueros que abrieron fuero de sus arcos y una lluvia de flechas salía por los cielos en dirección a mi pero estas nunca llegaron al hombre solo caían del cielo cuervos muertos por las flechas, el noble ordeno un nuevo ataque y otra vez este fue evitado por los cuervos que morían y caían delante. Ante la imposibilidad de un ataque con flechas mando a varios caballeros montados a terminar con el trabajo, estos no representaron ninguna dificultad al atacar de manera individual, los caballos sin jinetes corrían en direcciones distintas alejándose del lugar.
Una vez dentro del fuerte se desato la ira contenida en mi, fueron varias horas de combate intenso no tengo recuerdo alguno de lo sucedido para mi abre perdido la conciencia mientras luchaba no sabría decir que fue lo que ocurrió solo me recuerdo estar sentado en los escalones que del gran salón que daban al trono del noble donde este esta sentado muerto atravesado por su propio estandarte, el lugar estaba cayéndose a pedazos porque esta en llamas, al parecer se habían prendido fuego mucho alcohol, cortinas y madera, entre otras cosas.
Al salir y voltear a ver sentí que no era mejor que ese hombre, vengué a mi pueblo pero había echo la misma calamidad, no tuve honor ni respeto por los muertos cometí un grave pecado, pero era incapaz de terminar con mi vida. Era algo que no podía hacer tampoco podía ceder mi vida en ese momento, por eso ahora vago por el reino tratando de re enmendar mis pecados, tal vez sirviendo o ayudando de alguna manera a la gente del reino con gusto daría mi espada si es con causa justa y honrada a alguien… Aunque aun no allá encontrado a nadie ser capaz de eso aun.
Sabiendo que mi vida en este pueblo había terminado, decidí salir del territorio para probar mi suerte… fuera de las fronteras de Calradia puedo asegurar solo hay un mundo de desesperación y dolor. El aire pesado, el suelo quemado e infértil se desquebrajaba por el calor sofocante y las tierras del norte azotadas por el frió parecía que el calor jamás llegara a ese lugar. Los 5 años que viví fuera me hicieron pensar y razonar si había tomado la decisión correcta al abandonar la única tierra que conocía.
En mi estadía fuera padecí cientos de ataques de bandidos muchas veces me había quedado sin nada y tuve que volver a comenzar, hasta que me quedo en claro “solo los mas fuertes sobreviven” así fue que entrene día a día para sobrevivir. Y a cada bandido que se interpusiera en mi camino le dejaba en claro su error. Los muertos quedaban detrás sirviendo de comida para los cuervos que andaban revoloteando en busca de carne fresca. Desde ese momento supe que no volvería a ser el mismo hombre, deje de lado mi humanidad tan solo para sobrevivir me había vuelto lo mismo que arrazo con mi aldea en un principio… tiempo después y habiéndome ganado el sobrenombre de Cuervo solitario tome la decisión de dejar esas tierras sin códigos para volver a mi nación una vez mas. Volver a Calradia me resulto raro a pensar había nacido en estas tierras llenas de caos y que luego de abandonarla diciendo que no volvería termine volviendo….
Pero ya estaba echo estaba nuevamente de regreso y ahora cumpliría otro siclo aquí, estoy vagando sin rumbo por los bastos campos verdes, su inmenso desierto, y sus montañas nevadas… parando en los pueblos y ciudades, en cada taberna que entraba preguntando si había habido algún cambio en este tiempo de ausencia y sin haber conseguido ningún dato esperanzador continuaba mi viaje solitario, algunas veces vi los campos minados de cadáveres en el suelo de una resiente batalla o masacre. Viaje con comerciantes como manera de subsistir protegiéndoles de los bandidos.
Esa fue mi vida durante un tiempo, hasta que llego información a mis odios sobre el responsable de la masacre de mi pueblo. Segado por la rabia de saber que el criminal de esa masacre estaba libre y vivía su vida sin remordimientos tome la decisión de hacer justicia por mano propia sin temer cualquier reprimenda si fuera necesario. Indagando mas profundamente llegue a la información de que había sido un noble rebelde el responsable que tenia en su poder un castillo y realizaba encargos para distintos reyes, en si solo era un mercenario que ofrecía su espada al mejor postor.
Me encamine tomando fuertemente la empuñadura de mi espada mientras caminaba hacia donde estaba este noble mercenario lleno de odio, a mi paso los cuervos parecían saber que pronto habría una masacre y deseosos de conseguir alimento volaban sobre mí chillando y aleteando, sus plumas caían delante de mi camino dejando el suelo cubierto de negro, puedo asegurar que en esos momentos había perdido contacto completo de mi humanidad. Segado por la furia mis ojos solo reflejaban que quería la muerte de ese noble en este instante. No fue que estaba expectante de este deseo hasta estar cerca de las puertas de su castillo.
Los guardias en sus muros me señalaron mirando como un solo hombre desenvainaba su espada a lo lejos, el supuesto noble se presento en la muralla riendo de mi que avanzaba a paso lento hacia el, ordeno un ataque de sus arqueros que abrieron fuero de sus arcos y una lluvia de flechas salía por los cielos en dirección a mi pero estas nunca llegaron al hombre solo caían del cielo cuervos muertos por las flechas, el noble ordeno un nuevo ataque y otra vez este fue evitado por los cuervos que morían y caían delante. Ante la imposibilidad de un ataque con flechas mando a varios caballeros montados a terminar con el trabajo, estos no representaron ninguna dificultad al atacar de manera individual, los caballos sin jinetes corrían en direcciones distintas alejándose del lugar.
Una vez dentro del fuerte se desato la ira contenida en mi, fueron varias horas de combate intenso no tengo recuerdo alguno de lo sucedido para mi abre perdido la conciencia mientras luchaba no sabría decir que fue lo que ocurrió solo me recuerdo estar sentado en los escalones que del gran salón que daban al trono del noble donde este esta sentado muerto atravesado por su propio estandarte, el lugar estaba cayéndose a pedazos porque esta en llamas, al parecer se habían prendido fuego mucho alcohol, cortinas y madera, entre otras cosas.
Al salir y voltear a ver sentí que no era mejor que ese hombre, vengué a mi pueblo pero había echo la misma calamidad, no tuve honor ni respeto por los muertos cometí un grave pecado, pero era incapaz de terminar con mi vida. Era algo que no podía hacer tampoco podía ceder mi vida en ese momento, por eso ahora vago por el reino tratando de re enmendar mis pecados, tal vez sirviendo o ayudando de alguna manera a la gente del reino con gusto daría mi espada si es con causa justa y honrada a alguien… Aunque aun no allá encontrado a nadie ser capaz de eso aun.