Era un día cualquiera de primavera, la brisa entraba por la ventana que se encontraba medio abierta y golpeaba suavemente la cara de Kirk, que se encontraba sumido en un profundo sueño, pero su descanso no iba a alargarse demasiado ya que tenía que ir a trabajar así que cuando menos se lo esperaba la puerta se abrió lentamente...
-Tienes que ir a la granja cariño...
Kirk abrió los ojos lentamente al oir las palabras de su mujer que se encontraba apoyada en el marco de la puerta.
-Ahora voy.
El hombre con ayuda de sus manos que le sirvieron como apoyo se levantó de la cama lentamente, todavía algo adormecido.
Se puso su ropa con algo de prisa ya que si no llegaría tarde a la granja para trabajar, la cual estaba conformada por unas botas de cuero, unos pantalones y una fina camiseta de lino, el típico atuendo de un campesino.
Salió de la habitación mientras bostezaba tapándose la boca con la mano derecha y acto seguido se dirigió hacia la salida de la casa para dirigirse hacia la granja.
-Adiós Sally, cuida bien de los niños.
Dijo esas palabras mientras cerraba la puerta una vez estaba fuera.
Sally es la esposa de Kirk, 2 años menor que él, y junto a ella tiene 2 hijos, Bob y Robert, los cuales tienen 6 y 8 años respectivamente.
Una vez fuera Kirk se dirigió hacia la granja caminando por las concurridas calles de la ciudad, los mercaderes anunciaban sus productos y los aldeanos hablaban entre ellos sobre temas como las cosechas o el tiempo que se avecinaba, nada fuera de lo común excepto por una cosa, había un grupo de soldados en la plaza del pueblo.
Kirk se dirigió caminando hacia la plaza, a pesar de que llegaría tarde a la granja, y allí pudo escuchar lo que decía el alcalde, que se encontraba subido encima de una plataforma de madera, rodeado de la guardia real, soldados bien entrenados equipados con grandes escudos y lanzas.
-¡Habitantes de Cartoria! ¡Yo, Zortat, el alcalde del pueblo, estoy buscando un grupo de guerreros para acabar con La Gran Bestia! ¡Cualquier valiente que quiera unirse tendrá que presentarse en el ayuntamiento hoy a las 8 PM para pasar el examen!
La gente se encontraba sorprendida, nadie se atrevió nunca a luchar contra La Gran Bestia y de repente querían crear un grupo de guerreros que se enfrentaran a ella...
Todos parecían asustados, todos menos Kirk que estaba emocionado por la noticia, el siempre quiso ser un guerrero, igual que su padre...
-Tienes que ir a la granja cariño...
Kirk abrió los ojos lentamente al oir las palabras de su mujer que se encontraba apoyada en el marco de la puerta.
-Ahora voy.
El hombre con ayuda de sus manos que le sirvieron como apoyo se levantó de la cama lentamente, todavía algo adormecido.
Se puso su ropa con algo de prisa ya que si no llegaría tarde a la granja para trabajar, la cual estaba conformada por unas botas de cuero, unos pantalones y una fina camiseta de lino, el típico atuendo de un campesino.
Salió de la habitación mientras bostezaba tapándose la boca con la mano derecha y acto seguido se dirigió hacia la salida de la casa para dirigirse hacia la granja.
-Adiós Sally, cuida bien de los niños.
Dijo esas palabras mientras cerraba la puerta una vez estaba fuera.
Sally es la esposa de Kirk, 2 años menor que él, y junto a ella tiene 2 hijos, Bob y Robert, los cuales tienen 6 y 8 años respectivamente.
Una vez fuera Kirk se dirigió hacia la granja caminando por las concurridas calles de la ciudad, los mercaderes anunciaban sus productos y los aldeanos hablaban entre ellos sobre temas como las cosechas o el tiempo que se avecinaba, nada fuera de lo común excepto por una cosa, había un grupo de soldados en la plaza del pueblo.
Kirk se dirigió caminando hacia la plaza, a pesar de que llegaría tarde a la granja, y allí pudo escuchar lo que decía el alcalde, que se encontraba subido encima de una plataforma de madera, rodeado de la guardia real, soldados bien entrenados equipados con grandes escudos y lanzas.
-¡Habitantes de Cartoria! ¡Yo, Zortat, el alcalde del pueblo, estoy buscando un grupo de guerreros para acabar con La Gran Bestia! ¡Cualquier valiente que quiera unirse tendrá que presentarse en el ayuntamiento hoy a las 8 PM para pasar el examen!
La gente se encontraba sorprendida, nadie se atrevió nunca a luchar contra La Gran Bestia y de repente querían crear un grupo de guerreros que se enfrentaran a ella...
Todos parecían asustados, todos menos Kirk que estaba emocionado por la noticia, el siempre quiso ser un guerrero, igual que su padre...