Capitulo 2.
El suave rayo solar, acariciaba mi cara levemente, para avisarme de que la mañana habría llegado, se había reposado sobre mi ojo izquierdo en un instante, haciendo que lo abriera, mi iris café, observaría algo cegado el rayo que habría entrado de manera casi indetectable, aprovechando de que las cortinas grises no cubrirían un pequeño espacio en el medio, se introdujo para molestarme en mi lecho de manera grosera y efectiva.
Simplemente levante mi cuerpo, para sentarme en la cama, algo aturdido debido al sueño que quería obligarme a quedarme en la cama, pondría ambas manos en mis ojos, para luego quitarlas y empezar a pensar si debería levantarme, giraría levemente mi cabeza hacia la derecha, viendo el reloj con una expresión algo cansada, marcarían las 6:00 am, al ver la hora quise ceder ante las continuos llamados de mi lecho "Solo un rato mas" "es demasiado temprano", aunque terminaron cediendo, me levante finalmente de la cama, al poner mis pies sobre el suelo, me percate de lo frió que estaba, me impulse de manera pesada con ambos brazos, y con una gran fuerza de voluntad me levante, en dirección al baño.
Tras posicionarme delante del lavamanos, gire las llaves, permitiendo la salida continua del agua cristalina, aquel chorro de agua parecía un espejo, y al tocarlo, note que había salido en temperatura tibia, por lo que luego de lavarme la cara con esta, procedí a cepillarme los dientes, luego de ello, procedí a darme una ducha.
Tras salir del cuarto vestido con un sweater gris y un jean azul, directamente bajaría hasta la primera planta, con una mirada tranquila, vería la hermosa estructura de la casa, pisos de mármol, y paredes verdes oscuro, con marcas de madera perfectamente talladas, yo ignoraba esto, puesto que ya era normal el ver estos detalles diariamente, iría directamente a la cocina, donde estaría en el bar mi tío leyendo un periódico curiosamente, mientras que con su mano derecha revolvería constantemente su cereal con una cuchara, era evidencia que comía el cereal igualmente el verlo masticarlo este, y en su barba blanca algo de leche derramada, levantaría su rosto levemente, descubriendo que yo estaba ahí, volvería a lo suyo tranquilamente.
-Toma algo de cereal, hay algo de leche en la nevera. -Diria el en un tono algo gruñón, algo normal en el-
Luego de servirme el desayuno, me sentaría junto a el, con una expresión que inspiraba tranquilidad de igual manera, empezaría a comer mi cereal, sin perder la vista de mi plato, para no desconcentrarme en pensar, que era aquel papel que encontraría con Eri hace días.
No me había dado cuenta, que no había pensado en ella en el tiempo en el que me había levantado ni en todo este tiempo, aquella cabellera castaña me desconcentro, pensaría en ella y en como habíamos crecido, en los momentos de nuestras infancias, hasta que me vi interrumpido por las palabras de mi tío.
10 secuestros en el pequeño pueblo, la policía es puesta de incompetente por la prensa, que tontería. -Diria mi tío en un tono algo irritado, no es que lo dijera por decir, el lo decía porque se vio obligado a defenderse en un combate con muchos ladrones armados, era entendible su odio, y yo en cierta manera, estaba de acuerdo con su opinión.
No me preocuparía mucho, el departamento casi nunca hace caso a la prensa.-diría yo en un tono despreocupado, algo interrumpido en mi habla debido a que estaba masticando-
Casi me olvido de que estuviste en las Spetsnaz, allí te golpearon tanto que te quedaste tonto ¿no?-Diria este en un tono algo burlon, con una sonrisa de aires superiores a los míos-
Prefiero ser un tonto que un viejo senil. -Dije en tono de burla a mi abuelo, para recobrar al menos mi honor, esto nos hizo reír por unos segundos, manteniendo la sonrisa mientras comíamos el cereal.
Siempre tu padre y yo eramos tan apegados, siempre lo fuimos, hasta el momento en el que supe aquello de tu hermana.-Dijo con una expresión deprimente en su cara, pero al mismo tiempo con algo de coraje-
Puse mi mano izquierda alrededor de el, para empujarlo contra mi, dándole un abrazo amistoso, pero mi expresión habría cambiado, hasta ese momento me había sentido bien, miraría fijamente a la salida de la cocina, con una mirada intimidante, como la de un halcón.
No importa, no hablemos de ello.-Dije tras haberlo soltado, terminando finalmente mi cereal, tomando al mismo tiempo los trastes vació de mi abuelo, para luego proceder a lavarlos, tratando de olvidar aquel tema tan trivial, y tan repudiado por mi-
¿Iras a buscar trabajo como habías dicho? -Diria este mientras seguía leyendo su periódico- Porque no es necesario.
-Si, hace unos días el señor Pavlov me ofreció trabajo leñando en un pequeño bosque al sur del pueblo. -Diria mientras guardaría las tazas en un gabinete encima de mi, para luego arreglar mis mangas, puesto que me las había arremangado para lavar los trastes-Tengo que irme pronto.
-De paso cuando llegues has algunas hamburguesas para el almuerzo, en la nevera hay algunos paquetes de ese pan, en la nevera encontraras todo lo que necesitaras, yo estaré en el estudio, ¿Bien?. -Diria este levantándose, arreglando de igual manera su característica bata-
Bien. -Diria mientras iría a la sala de estar, donde tomaría del cómodo sofá una camisa de leñador roja, reemplazaría el sweter, tirándolo en uno de los cojines de este, tras esto, miraría la puerta principal tallada fijamente, dando un tranquilo suspiro, para luego salir tranquilamente al camino.
-!!!Ten cuidado¡¡¡ -Me gritaría este desde las escaleras, le habría escuchado claramente-
!!!Mas te vale que sueltes a mi hermana hijo de puta, te matare te lo juro¡¡¡
Retumbaban en mis pensamientos aquellos borrosos recuerdos, eran distantes, no podía recordarlos por alguna manera, pero me causaba inquietud el recordarlo, el trayecto hacia el pueblo se me hacia largo debido que intentaba recordar aquellos momentos, sin embargo, para olvidar el tema, prefería pensar en aquella extraña nota, se me hacia muy interesante, por lo que pensé en intentar visitar a Eri, si descubría donde era que se encontraba su hogar, aunque, tenia mas que entendido que vivía en alguna parte del pueblo.
Al llegar al pueblo, encontraría a su derecha un cartel, que irónicamente decía, "Bienvenido al pueblo" lo curioso es que el pueblo, se llamaba de esa misma manera, el pueblo, entraría, viendo el distinto comercio de personas, habría llegado al mercado de el pueblo, era un centro de gran atracción visual que atraía turistas, y era una intersección muy grande, habría explorado el pueblo muchas veces, por lo que esta agradable vista de me hacia normal, camine por algunas cuadras, hasta llegar a un camino Bifurcado, tomando un cruce a la derecha por esta calle, siempre vigilante y pensando en que me esperaría al llegar.
Tras un trayecto que me dejaría en las calles solitarias en dirección al bosque, una voz femenina muy familiar rompería el dramático silencio en el que me incomodaba yo mismo.
¡¡¡Alexei¡¡-gritaría esta al notar que era yo aquel tipo que caminaba en dirección al muy cercano bosque, tras escuchar su voz, me voltee y alze mi diestra en modo de saludo con una sonrisa pequeña, esta, como si fuera de golpe, me dio un abrazo amistoso, que me había asfixiado mas que darme alivio.
-Te has vuelto demasiado fuerte, deberías soltarme. -Dije asfixiado, puesto que su cabeza me golpeo directamente en el pecho, como si de una bala perdida se tratase-
-Lo siento, es que nunca te diste la molestia de ir a verme al pueblo. -Dijo esta de manera infantil, apoyando su rosto en mi pecho para verme la cara-
-No es que no quisiera ir a verte, no sabia donde vivías. -dije de manera calmada, con una expresión de aires superiores-
-Mi culpa, aunque debiste preguntar. -Diria esta separándose de mi, con una sonrisa en su cara-
-Lo tendré en cuenta desde ahora, supongo. -Dije mientras pasaba mi mano derecha por mi cabeza-
-¿Y qué haces por aquí vestido de leñador? -decía esta de manera curiosa, observando de arriba a abajo mi aspecto.-
-Voy en camino a trabajar con el señor Pavlov, me dijo que podría estar de leñador en una sección de sus empresas, obviamente acepte. -Dije amablemente con una sonrisa leve-
-Pues hay muchas cosas de las que quiero hablar contigo, ¿Te acompaño? -dijo ofreciéndome su compañía extendiéndome su mano derecha-
-Si, es aburrido el caminar solo. -Dije amablemente accediendo a su petición-
No tome su mano, pero empezamos a caminar, estuvimos algunos minutos en silencio, observando tranquilamente el paisaje, observe varias veces su nariz respingada, hasta llegar finalmente al destino, un cartel que decía claramente "aserradero Pavlov".
-Creo que aquí es donde nos separamos, ¿No? -Diria yo antes de cruzar al estrecho y cercado camino del bosque-
-No hemos hablado aun, ¿Y si te observo trabajar? -Dijo esta de manera agresiva, de una manera que me haría dudar si su petición era posible-
-No quiero darle problemas al señor Pavlov, ¿Y si mejor te invito a un café en el pueblo cuando salga? -dijo poniendo ambas manos en sus hombros amistosamente-
-Nos vemos después entonces. -Dijo guiñándome un ojo antes de marcharse-
Con una sonrisa, mire al lado contrario de la calle por la que ella se había marchado, no note nada raro, hasta que mire mas profundamente debajo de uno de los numerosos arboles, una extraña figura me miraría desde el bosque, me alerte de inmediato, viendo fijamente a la figura por unos minutos, entonces fue cuando decidí volver a la calle.
-¿Qué tanto observas? -Dije en un tono desafiante a aquella figura que intentaba ocultarse entre los arboles-
La figura, luego de dos minutos, salio de el bosque, era una mujer de nariz respingada, esbelta, pelirroja, vestida con un traje, guantes negros y una corbata roja, se acerco con mirada tranquila a mi, y me dirigió la palabra.
-¿Eres tu el Cabo Mijailovich? -Diria esta con palabras claras y fuertes, pero su tono de voz era un contralto-
Un silencio goberno el area por un corto momento, una extraña incertiumbre empezo a revolverme el estomago.
-Hace meses que no me llamaban así, estaba feliz de que no lo hicieran. -Diria de forma desafiante a la mujer que se había plantado frente a mi-
Je, es un placer conocerte, soy la Sargento Dasha Shurik, de el Centro de investigación Osseus. -Dijo extendiéndome su mano siniestra con una sonrisa, petición que acepte con desconfianza.
¿Y qué quieres conmigo, reclutarme para matar terroristas? -Dije de manera soberbia a la mujer, que había sonreído levemente tras escuchar mis palabras-
-Seré completamente directa contigo, este pueblo ha estado siendo vigilado por mi organización desde hace muchos años, incluso mucho antes que tu te unieras al ejercito, y, se me asigno para ser la primer agente en campo, para investigar mas a fondo la situación. -Dijo mientras posicionaba su mano diestra en su cintura-
-Investigando el pueblo, ¿Por qué? -Pregunte de una manera bastante curiosa, igualmente, me preocupaba por el misterio que se cernía delante de mi.
-La organización ha encontrado conexiones de los pueblerinos importantes con extraños secuestros en todo el pueblo, Me asignaron el trabajo de campo, pero he de admitir que estoy cansada-Daba un leve suspiro-, he trabajado muy duro el corto tiempo que he estado aquí, y aun así, he logrado avanzar muy poco. -Decía esta en un tono algo soberbio, como si estuviera completamente segura de como yo reaccionaria-
-¿Y eso en que me afecta a mi? -Diria de manera despreocupada y arrogante a la mujer-
-No es que por ahora te afecte, pero, ¿y si uno de los miembros de tu familia fuera secuestrado?, ya sabemos que la militsiya no ha tenido un buen pie en esta investigación, seras tratado como la larga fila de personas desesperadas por encontrar a su familiar secuestrado, en cambio, si colaboras conmigo, tal vez podamos hasta evitar que haya mas secuestros.
-Llevo meses sin volver a ser un comando, creo que no empezare ahora, pero gracias por el consejo, tendré mas cerca a los míos. -Dije volteándome de manera indiferente a las palabras de la mujer-
Esta pareció irritarse, por lo que se me acerco de repente, y tomo con ambas manos, suaves por el uso de los guantes mi mano izquierda, introduciendo un papel doblado de distintas maneras, pudiendo caber en la palma de mi mano-Si cambias de opinión, llama a este numero, Consentido. -Diria esta antes de marcharse, caminando elegantemente en la dirección de la calle por la que se fue Iris-
Algo confundido, abrí mi mano siniestra, viendo el papel enrollado abriéndose poco a poco, simplemente lo guarde en uno de mis bolsillos, empezando a caminar en dirección a el aserradero, adentrándome mas en el bosque, seria entonces cuando vería la entrada, donde el señor Pavlov estaría hablando con algunos supervisores, anotando datos con un bolígrafo en su tabla con sus hojas blancas.
Entonces me acerque a el, para dirigirle la palabra.
-Señor Pavlov. -Dije acercándome de manera tranquila a este, este me miraría de manera despreocupada, poniendo una sonrisa al verme.
-!Ah, viniste finalmente, te enseñare el lugar de inmediato. -Dijo de manera rápida, entregándole la tabla a uno de sus supervisores-
-Este es el aserradero, aquí están combinadas tres empresas, todas dedicadas a la madera, te enseñare en la empresa que trabajaras para mi-Diria este a mi persona, que estaría observando el trabajo del aserradero y todo el movimiento de sierras y madera en este-Tú trabajaras en la agencia de los leñadores, la tercera empresa, solo tengo 5 leñadores actualmente, por suerte trabajan muy duro y cumplen con el trabajo, espero que tu puedas trabajar igual que ellos.
Mientras el Señor pavlov hablaba sobre mis obligaciones, yo estaría pensando en aquella comando que había hablado conmigo, y en los secuestros que habían estado sucediendo, esto sobretodo, me hacia pensar en ella, mi pequeña hermana.
Última edición por Firefrost el Jue Sep 22, 2016 3:11 am, editado 1 vez