Capítulo I: Bienvenido a Goodsprings La cabeza parecía que reventaría en cualquier momento, aunque apenas recordaba nada, por no decir nada, mi cuerpo fatigado apenas respondía mis órdenes, mis ojos tras una fuerte negociación se abrieron de par en par, intente levantarme pero apenas pude reclinarme un fuerte dolor me recorrió la cabeza.
-Eh, eh, tranquilo hombre, que no es una competición, soy el Doctor Mitchell y te he estado atendiendo estos días.
-Donde…. ¿donde estoy?
-En Goodsprings, ¿te acuerdas de lo que paso?
-Goodsprings…. no…
-¿No que? ¿No te acuerdas de nada?
-Creo… creo que me llamo… Sala…
-¿Te llamas Sala?
-Zar, me llamo Salazar ¿que diablos me ha pasado?
-Pues lo normal, te metieron un tiro en la cabeza, luego te enterraron vivo creyendo que estarías muerto y por último un robot vaquero te salvo y te trajo la vida.
-¿Y porque me dispararon?
-Pues como no lo sepas tú…. una vez recuperado deberías preguntar por ahí, a Víctor o a Trudy.
-¿Quienes?
-Se me olvidaba que no eres de aquí, ven conmigo, me gustaría hacerte unas pequeñas pruebas, despacio, que no es ninguna carrera.
El médico me llevó a una habitación contigua, era una casa bastante sucia, las ventanas estaban apuntaladas con tablas de madera que apenas dejaban pasar los rayos de luz.
- Habitación del Dr. Mitchell:
-Siéntate aquí Salazar,ha antes de todo siento el medio rapado de cabeza, ya sabes tuve que rapar para poder sacarte la bala de la cabeza, creo que te queda de lujo, a lo mejor debería haberme hecho peluquero ¿tu que crees?
-Que si hubieses elegido cortar pelo habrías hecho un buen trabajo para mi entierro.
-Que no te quepa duda, además te lo habría dejado gratis, bueno vamos al asunto, voy a comprobar que cabeza está bien, ya sabes que leas un poco, unas preguntitas básicas…
-Entendido.
Y durante un buen rato, las pruebas se fueron sucediendo unas tras otras para comprobar que no hubiese salido defectuoso, sin embargo todo parecía estar en su sitio.
-Salazar, antes que te marches en tu búsqueda, toma, es una entrega del Mojave Express, era lo único que tenías, y si me lo permites me gustaría darte unas cosillas, y recuerda ven de vez en cuando, no me fio mucho de tu estado.
Tras unos minutos Mitchell regresó con una gran caja con el número 21 pintado en un lateral de ella.
-Aquí tienes, un mono del refugio 21 que trae de regalo un Pid-Boy, todo para ti, además me gustaría darte esto.-Dijo destapando una pistola de un paño.-El Mojave es peligroso, en la caja tienes unas cuantas balas, úsala solo cuando lo necesites, también hay unos estimulantes y algo de bebida y comida.
-Muchas gracias, Mitchell, sin ti no estaría vivo, ¿algún lugar donde preguntar por mis asesinos?
-Bueno, como te dije antes pregunta a Víctor, es el robot con dibujo de vaquero, no tiene perdición, también en el Prospector Saloon, allí habla con Trudy, también puedes hablar con Sonrisas una muchacha que siempre va con su perra, o también a Chet es un timador de poca monta pero bajo su corazón es una buena persona.
-Gracias, me voy entonces, volveré algún día.
-Eso espero.
- Vista de Goodsprings:
El sol desolador azotó a mis pobres ojos que estaban acostumbrados a la oscuridad de la casa de Mitchell, nada más salir a Víctor el enorme robot que recorría rápidamente la carretera bajo su rueda, sin duda ya sabía porqué le llamaban el vaquero, en la pantalla aparecía reflejada la cara de un vaquero y sin duda su voz le habían otorgado tal apodo.
- El vaquero robótico:
-¡Hola humano! ¡Parece que el doctor te ha recuperado, menuda suerte que te pillase aún caliente!
-¿No puedes hablar normal? Es bastante molesto.
-¡Ja, ja, ja! ¡Parece que ese balazo no te quito el sentido del humor, me alegro por ello!
-Desde luego… Víctor, ¿por casualidad sabrás quienes fueron los que me atacaron?
-¡Esos perros! ¡No sé, uno de ellos llevaba traje de cuadritos negros y blancos! ¡O eran de líneas! ¡Los acompañantes parecían tipos duros, vestían chaquetas de cuero y no tenían cara de amigos!
-Vale, muchas gracias por todo Víctor.
-¡De nada compañero, si necesitás algo mas buscame!
Pasé varias horas en Goodsprings tratando de averiguar la identidad de mis atacantes, al final pude sacar en claro dos cosas; los acompañantes de cara de pocos de grandes amigos eran miembros de una tribu, los Grandes Khans, una banda de drogadictos y mete cizaña por lo que pude oír, también pude averiguar que se dirigían a New Vegas, mi próximo destino.
-¡Eh, tú, el chico de la tumba, espera!.-Dijo una voz femenina justo antes de que abandonará Goodsprings.
-¿Quien me llama?
-¡Hola! Soy Sonrisas, madre mía, menudo rapado te ha dado Mitchell.-Dijo una joven muchacha entre risas.
-Lo siento, tengo prisa, estoy en una búsqueda.
-Ajá, ¿te puedo preguntar una cosa?
-Dispara.
-¿Piensas ir solo una pistola más mala que el hambre hasta New Vegas? Si es así, te mereces una estatua.
-¿Tienes algo mejor?
-Bueno, si me quieres ayudar en una tarea que tengo que hacer, te doy un rifle que sin duda es mejor que esa pistolita de niña pequeña.
-Hum… ¿de que trata el trabajo?
-Tengo que limpiar unos pozos de gecos, y necesitaba alguien que me ayudase, y he pensado que te vendría bien practicar un poco para tu venganza.
-Está bien, pero rápido, no tengo todo el día.
Lo que parecía una tarea fácil empleó toda la tarde y noche cazando gecos, incluso tuvimos que salvar a una mujer que casi muere devorada por estos lagartones, además también se empeñó en que aprendiera a saber utilizar los productos que me daba el Mojave, aún no entiendo por qué seguí con ella, a lo mejor por esa sonrisa que le daba el nombre o por aprender algo más.
- La deseada raíz de xandria:
- El ordenador inhackeable:
Me envió al viejo colegio del pueblo, donde tras pisotear unas enormes mantis y recoger las raíces de xandria me aventuré a explorar el abandonado colegio donde tras seguir pisoteando mantis me encontré con una vieja caja fuerte además de un ordenador que sin duda tendría conexión con la caja.
Gracias a la fortuna, rebuscando en el colegio encontré una revista del programador que me fue de lujo para acceder al ordenador y desbloquear la caja, la cual abundaba la munición y algunas drogas.
- Víctor saliendo misteriosamente del cementerio:
Luego partí con el duro sol hacía mi tumba que me esperaba abierta, antes de subir por la cuesta, Víctor salía de allí sigilosamente, (aunque es difícil no verle) sin duda algo sospechoso.
Una vez dejado las teorías conspiratorias de Víctor me adentre en el cementerio de Goodsprings, allí se encontraba una tumba a medio acabar y al lado un gran charco de sangre ya sea, no me pare mucho en inspeccionar la tumba por lo que fui directo a coger la denominada flor de broquia pero antes de volver con Sonrisas un misterioso objeto me llamó la atención.
- Flor + Tochomosca:
- Mi preciada tumba:
- La misteriosa bola :
En una de las tumbas había una misteriosa bola de nieve que llevaba escrito el nombre del pueblo, sin duda tal extraño objeto no lo dejaría aquí, una vez preparado me dispuse a ver el paisaje de aquel extraño territorio, duro,seco y sobre todo mortal, fijando bien la vista llegué a ver algo sorprendente, cien veces más que la bola de cristal.
Una enorme cruz blanca se alzaba misteriosa y a la vez llamativa, al lado una casucha que parecía que con la siguiente tormenta de arena se caería a pedazos, sin duda mi curiosidad sería el lamento de Sonrisas, la cual seguramente seguía esperando.
- La misteriosa cruz:
Llame a la puerta de la casucha por si alguien me pudiese explicar qué significaba aquella cruz, pero la puerta cedió antes de tocarla dando una imagen algo tétrica.
- Esta casa es una ruina:
La sala estaría completamente a oscuras si no fuese por un barril que ardía a saber con qué combustible, si me quejaba de la suciedad de la casa de Mitchell esto era un estercolero, decenas de latas y botellas vacías desparramadas por el suelo, el lavabo precisamente no es que estuviera mejor, rebuscando un poco encontré un pequeño botiquín y debajo de una de las camas había una caja de munición pero que haría más daño tirando la caja que con la munición que llevaba dentro, unas balas de 9mm y un cartucho que parecía ser el mismo para el rifle que me dio Sonrisas, una vez limpiado la casucha me dirigi a lo realmente importante, la misteriosa cruz gigante.
- La señora cruz:
- La espada misteriosa, ¿sera la de Kill Bill?:
No había nada que me indicara que significa aquella cruz, únicamente un objeto clavado al suelo que transmitía un color rojizo… era una espada muy rara, claramente intente cogerla pero fue imposible, estaba pegada al suelo, sin duda cuando hubiera recuperado las fuerzas podría coger aquella misteriosa espada.
- ¿Que querrá decir el cartel?:
Ya marchándome de aquel lugar, un cartel junto a un esqueleto me advirtió de los peligros que habitaban por aquel lugar.
-Cuidado, con los… sanguinarios, ¿sanguinarios? ¿que coño es un sanguinario? ¿tu que dices esqueleto? ¿son peligrosos?, eso tu ignorame, pues al menos dejame ver que tienes en esa bolsa, total, ya no te servirá para nada, ajá, un revólver, munición, estimulantes… muy interesante, bueno me tengo que ir, adios.
Y escogiendo con cuidado otra ruta que no traspasará el dominio de esos “sanguinarios” volví con Sonrisas, el sol ya se estaba alejando y el frío hacía ya presencia.
-A buenas horas muchacho, si llego a saber lo que tardas te envío a New Vegas.-Dijo con una sonrisa.
-He… he estado explorando un poco, aquí tienes lo que me pedistes.
-Veamos…. una flor de broquia algo aplastada, y las raíces de xandria, perfecto, bueno enciendo una hoguera, ¿sabes una cosa?
-Con mi estado no se mucho.-Dije a la vez que intentaba hacer arder aquella hoguera que se me resistía.
-Con tu tardanza, me he permitido ir a comprar algo, ¿quieres?.
-¿Que es?
-Bueno, cerveza una botellita de whisky y algo de comer, ¿te apuntas?
-Por qué no, a lo mejor consigo encender la hoguera y no morimos de frío.
-¡Mira que eres tonto! Anda déjame a mí, pero el polvo curativo lo haces tú.
Y así pasamos la noche a las afueras de Goodsprings, entre cervezas y latas de alubias.
-Sabes Salazar, pareces buena gente.-Dijo mientras se acurrucaba conmigo.
-Claro que soy buena gente, ¿no me ves aguantandote todo el tiempo?
-¡Serás!
Pero antes de que pudiera responder, la bese, por su parte Sonrisas no se inmuto y al final también participó, pero al final abrió los ojos y como si de una rana se tratase de despegó bruscamente.
-¿Te vas a quedar aquí un tiempo?.-Preguntó mientras se quitaba el polvo.
-No lo se.
-Ya veo… ¡madre mía que tarde es!, me tengo que ir, ¡por cierto! tienes que ir a ver a Trudy que aún no has hablado con ella y se va a enfadar, ¡adios!
-Adios, ¿y que hago yo ahora con este calentón? A lo mejor los gecos están más dispuestos.
Me quede un rato más hasta que la hoguera extinguió la última brasa, me sacudí el polvo y me termine el culín de una cerveza para ponerme en marcha al Prospector Saloon.