Bueno antes que nada deciros que este es mi primer relato, me considero músico, maquetista, aficionado a la historia, y aunque soy algo zoquete, a la ciencia, la literatura es mi "Punto flaco" Ya que yo solo se expresarme a porrazos o con la guitarra, admito críticas y demas cosas, mi objetivo es aprender y sobre todo no cometer faltas de hortojrafiah, aqui va, la historia de mi partida, a modo de diario, la voy a escribir en tercera persona (Narrador, yo) Y en primera persona (Sonne, la personaje que manejo en el juego) recalco que es la primera vez que escribo algo por el estilo, y he leído un par de relatos y me he quedado acojonado de lo bien que escriben algunos, sin mas rodeos, empiezo:
Os voy a relatar la historia de una joven muchacha de ojos azules como un lago nórdico y cabellos rojos cual atardecer en las montañas, su nombre es Sonne, hija de un escudero, paso su infancia idolatrando a su padre, soñando con manejar un hacha con la misma habilidad y justicia que su padre. Pasó su infancia en pequeñas aldeas nórdicas, en las que se dedicaba a entrenar contra los jóvenes muchachos, los cuales no la tomaban enserio por ser mujer, y gastando alguna que otra gamberrada, una triste noche, una banda de desertores arrasa el pueblo donde se alojaban, y ve morir a su padre, que, solo frente a medio ejército no mostró símbolo de debilidad alguno, aun sin escudo empuñaba su hacha con la fuerza de un titán, pero era inevitable, la llama de sus ojos se apagó, calló como el hombre valiente que era, sin temer a nada, dejando un legado, y una sabiduría dentro de su joven pero inteligente hija.
Sonne fue tomada prisionera, llevada de un sitio a otro, aun encadenada no se dejaba humillar, recuerdo un día que dos de sus captores quisieron propasarse con ella, esta respondió con un cabezazo, y un mordisco, el jefe de aquellos salvajes ordenó soltarla, y le ofreció un trato, ya que en ella vio las misma mirada de valor que en su padre, si conseguía derrotar a esos dos hombres, la dejaría libre, y para equilibrar la balanza, sus hombres no llevarían armadura, y ella podía elegir arma, a lo que pidió que llevasen sus protecciones y una daga, al empezar el combate, recibió mofas, burlas, hasta que viéndose cada vez mas acorralada, lanzó el cuchillo al ojo de uno de sus oponentes, y mientras, corrió a por su otro contrincante, el cual, aturdido por lo que acababa de presenciar, no se dio cuenta de que la "Pequeña e inocente niña" se le colo por la espalda, le trepo, y le clavo los dedos en los ojos con el mas profundo de sus odios... de repente recibió un golpe en la cabeza y despertó maniatada, en el sitio de siempre, junto a dos nuevos compañeros, casualmente tuertos, ella sabía que no la dejarían ir, pero dentro de su helado corazón sabia que había ganado, y que había llevado esa pequeña pero gran batalla a su terreno.
Fue pasando el tiempo cuando la partida de malhechores se topó con tropas del sultanato sarraní, donde recibieron su justo merecido, nuestra pequeña protagonista robó lo que pudo y escapó de la batalla, no le importaba que la hubieran rescatado hombres de gran renombre, con bonitas vestiduras, caballos fuertes y duros como rocas, necesitaba tiempo para estar sola.
Pasado un breve tiempo, decide ir a la aventura, aún no se acostumbra a las dunas, a la arena, al sol, su espíritu esta en el gélido calor de las montañas, en los profundos acantilados de las costas del norte... pero aun así recuerda su meta, y no lo piensa dos veces cuando tiene la oportunidad de convertirse en vasallo del Sultanato.
Dia 1, Aquí las cosas son muy diferentes, y mas si eres mujer, hoy, me crucé con el Sultan Hakim, quería ofrecerle mi espada en vasallaje, su respuesta? Que he de demostrar mi valía, no me importa tener que clavar mi hacha en un par de cráneos, pero un hombre solo tiene que jurar lealtad, yo tengo que conquistar una fortaleza o demostrar que se empuñar un arma...
Dia 5: Bueno, tras un par de "Dificultosas tareas" Tales como entrenar a 7 guerreros, y quedar con un espía, parece que ya se me toma en cuenta en este reino, pienso que solo es una manera de ganar tropas, de empezarme a hacer con una pequeña compañía, ya que actualmente solo tengo a 2 acompañantes y 13 tropas, y se me ha encomendado lanzarme a la batalla, no se como saldrá, pero mis armas estarán listas para cualquier reto...
Así fue como nuestra joven Sonne se gano un sitio entre los nobles sultanes, una campaña con los mas destacados sultanes, contra el reino Rhodok, eterno enemigo nórdico, tras las primeras batallas y un asedio, Sonne se gana el respeto de mas de uno, incluso toma como prisioneros a 2 nobles, pero todo esto daria un giro importante:
Dia 10: Cometí el error de separarme del ejército, fui a un pueblo a por suministros y a por reclutas, el Rey Harlaus apareció de repente, buscando guerra, 170 hombres contra apenas 30, ya hacía un par de días en los que el cielo estaba gris y no paraba de llover, ahora se porque... pero aun así, planto cara, y decido decir a mis arqueros y a mi infantería que aguarden en una alta colina, yo de mientras, a lomos de mi caballo me lancé directa a por el Rey, a ver de que esta hecha la coraza de los nobles, no se como, pero conseguí derribarlo, hicieron falta 3 flechas, y la huida no fue fácil, mucho fuego de ballestas, pero mereció la pena, volví con mi pequeña compañía a esperar lo inevitable, aun en posición ventajosa el fuego de ballesta no cesaba, en un desesperado intento decidimos lanzarnos, algo suicida, pero nos llevamos a unas cuantas pobres almas, y tras unos segundos, observe varios virotes en mi escudo, uno de ellos en mi hombro, lo próximo que recuerdo es despertarme en manos del enemigo
Dia 12: Conseguí escapar, he perdido a los pocos pero buenos hombres que me acompañaban, pero la suerte parece estar de mi lado, vuelvo a unirme a la campaña, intentare rescatar prisioneros para alistarlos a mis tropas, me podran quitar el dinero, mis tropas, mis pertenencias, pero nunca podrán quitarme un sueño y un ideal...
(Bueno, aqui lo dejo, comentad que os parece y las criticas son bienvenidas ^^)
Os voy a relatar la historia de una joven muchacha de ojos azules como un lago nórdico y cabellos rojos cual atardecer en las montañas, su nombre es Sonne, hija de un escudero, paso su infancia idolatrando a su padre, soñando con manejar un hacha con la misma habilidad y justicia que su padre. Pasó su infancia en pequeñas aldeas nórdicas, en las que se dedicaba a entrenar contra los jóvenes muchachos, los cuales no la tomaban enserio por ser mujer, y gastando alguna que otra gamberrada, una triste noche, una banda de desertores arrasa el pueblo donde se alojaban, y ve morir a su padre, que, solo frente a medio ejército no mostró símbolo de debilidad alguno, aun sin escudo empuñaba su hacha con la fuerza de un titán, pero era inevitable, la llama de sus ojos se apagó, calló como el hombre valiente que era, sin temer a nada, dejando un legado, y una sabiduría dentro de su joven pero inteligente hija.
Sonne fue tomada prisionera, llevada de un sitio a otro, aun encadenada no se dejaba humillar, recuerdo un día que dos de sus captores quisieron propasarse con ella, esta respondió con un cabezazo, y un mordisco, el jefe de aquellos salvajes ordenó soltarla, y le ofreció un trato, ya que en ella vio las misma mirada de valor que en su padre, si conseguía derrotar a esos dos hombres, la dejaría libre, y para equilibrar la balanza, sus hombres no llevarían armadura, y ella podía elegir arma, a lo que pidió que llevasen sus protecciones y una daga, al empezar el combate, recibió mofas, burlas, hasta que viéndose cada vez mas acorralada, lanzó el cuchillo al ojo de uno de sus oponentes, y mientras, corrió a por su otro contrincante, el cual, aturdido por lo que acababa de presenciar, no se dio cuenta de que la "Pequeña e inocente niña" se le colo por la espalda, le trepo, y le clavo los dedos en los ojos con el mas profundo de sus odios... de repente recibió un golpe en la cabeza y despertó maniatada, en el sitio de siempre, junto a dos nuevos compañeros, casualmente tuertos, ella sabía que no la dejarían ir, pero dentro de su helado corazón sabia que había ganado, y que había llevado esa pequeña pero gran batalla a su terreno.
Fue pasando el tiempo cuando la partida de malhechores se topó con tropas del sultanato sarraní, donde recibieron su justo merecido, nuestra pequeña protagonista robó lo que pudo y escapó de la batalla, no le importaba que la hubieran rescatado hombres de gran renombre, con bonitas vestiduras, caballos fuertes y duros como rocas, necesitaba tiempo para estar sola.
Pasado un breve tiempo, decide ir a la aventura, aún no se acostumbra a las dunas, a la arena, al sol, su espíritu esta en el gélido calor de las montañas, en los profundos acantilados de las costas del norte... pero aun así recuerda su meta, y no lo piensa dos veces cuando tiene la oportunidad de convertirse en vasallo del Sultanato.
Dia 1, Aquí las cosas son muy diferentes, y mas si eres mujer, hoy, me crucé con el Sultan Hakim, quería ofrecerle mi espada en vasallaje, su respuesta? Que he de demostrar mi valía, no me importa tener que clavar mi hacha en un par de cráneos, pero un hombre solo tiene que jurar lealtad, yo tengo que conquistar una fortaleza o demostrar que se empuñar un arma...
Dia 5: Bueno, tras un par de "Dificultosas tareas" Tales como entrenar a 7 guerreros, y quedar con un espía, parece que ya se me toma en cuenta en este reino, pienso que solo es una manera de ganar tropas, de empezarme a hacer con una pequeña compañía, ya que actualmente solo tengo a 2 acompañantes y 13 tropas, y se me ha encomendado lanzarme a la batalla, no se como saldrá, pero mis armas estarán listas para cualquier reto...
Así fue como nuestra joven Sonne se gano un sitio entre los nobles sultanes, una campaña con los mas destacados sultanes, contra el reino Rhodok, eterno enemigo nórdico, tras las primeras batallas y un asedio, Sonne se gana el respeto de mas de uno, incluso toma como prisioneros a 2 nobles, pero todo esto daria un giro importante:
Dia 10: Cometí el error de separarme del ejército, fui a un pueblo a por suministros y a por reclutas, el Rey Harlaus apareció de repente, buscando guerra, 170 hombres contra apenas 30, ya hacía un par de días en los que el cielo estaba gris y no paraba de llover, ahora se porque... pero aun así, planto cara, y decido decir a mis arqueros y a mi infantería que aguarden en una alta colina, yo de mientras, a lomos de mi caballo me lancé directa a por el Rey, a ver de que esta hecha la coraza de los nobles, no se como, pero conseguí derribarlo, hicieron falta 3 flechas, y la huida no fue fácil, mucho fuego de ballestas, pero mereció la pena, volví con mi pequeña compañía a esperar lo inevitable, aun en posición ventajosa el fuego de ballesta no cesaba, en un desesperado intento decidimos lanzarnos, algo suicida, pero nos llevamos a unas cuantas pobres almas, y tras unos segundos, observe varios virotes en mi escudo, uno de ellos en mi hombro, lo próximo que recuerdo es despertarme en manos del enemigo
Dia 12: Conseguí escapar, he perdido a los pocos pero buenos hombres que me acompañaban, pero la suerte parece estar de mi lado, vuelvo a unirme a la campaña, intentare rescatar prisioneros para alistarlos a mis tropas, me podran quitar el dinero, mis tropas, mis pertenencias, pero nunca podrán quitarme un sueño y un ideal...
(Bueno, aqui lo dejo, comentad que os parece y las criticas son bienvenidas ^^)