Buenas caballeros, este es mi primer AAR, lo ire escribiendo de a poco y será bastante largo, sin más, aquí les dejo el capítulo 1 que no es muy largo, es solo una introducción.
- Capítulo 1 - Arribo a Calradia.:
Aquí comienzan las aventuras de Larec de Erlitou, el hijo del noble Ragu de Erlitou. Durante su niñez, fue instruido en las actividades de un noble, como recaudar impuestos, vigilar que se cumplan las leyes, y otras cosas. Cuando llegó a su adolescencía, su padre lo envió como escudero de uno de sus amigos entre la nobleza, para que aprendiera sobre el arte de la guerra. Durante años Larec sirvió como protector de este señor, hasta que llegó a la edad de 18 años, cuando el noble lo retiró de su servicio. Volvió al feudo de su padre, Erlitou, y pasó varios meses como el consejero de su padre, hasta que éste último enfermó. Cuando estaba en cama, le dijo sus últimas palabras a su hijo:
-''Te has convertido en un buen noble y un valeroso guerrero. Tu destino sería gobernar las tierras que les pertenecieron a nuestra familia por generaciones, pero no será así. Estas tierras, dejaron de ser mías hace tiempo. Por orden del rey, estas tierras pasaron a ser suyas, y yo solo las controlaba por él. Debes traer de vuelta el honor a nuestra casa, viaja a una tierra lejana llamada Calradia, y conviertete en un noble. Pero mi corazón me dice que llegarás a hacer más que eso, que serás el rey de esas tierras.''
A partir de ese momento, Larec se encontraba solo, su padre había muerto, y no tenía muchos amigos en el reino más que el noble al que había servido, que no suponía gran cosa. Así que, partió a las tierras de Calradia, llevando el estandarte de su familia del Castillo y el León.
Embarcó hacia su destino, y al llegar al gran puerto de Calradia, tenía que decidir hacia donde dirigirse:
Prefirió ir hacia el Reino de Swadia, ubicado en el centro de Calradia, por lo que limitaba con los otros 5 reinos de esas tierras. Al llegar a la ciudad estaba cansado por el viaje, por lo que fue a la posada y alquiló una habitación. Al despertar todavía era de madrugada, por lo que decidió conocer la ciudad. Al salir del edificio, vió que las calles estaban desiertas. Al girar en una calle, un bandido se le acercó para matarlo:
Larec no motró miedo en ningún momento, ya que había enfrentado enemigos más poderosos. Cargó su ballesta, la disparó, y acertó en la cabeza del bandido, tirandolo al suelo. En ese momento, sacó su espada y lo atravesó al asesino. Mientras observaba el cuerpo, un mercader se le acercó, y le pidió que lo acompañe...